Kintia Panki, un paraíso natural administrado por 10 familias shuar

Ceremonias bajo las cascadas de Kintia Panki. En la creencia shuar, el agua es la representación de la fuerza del dios Arutam. Foto: Cortesía Vista al Sur

Ceremonias bajo las cascadas de Kintia Panki. En la creencia shuar, el agua es la representación de la fuerza del dios Arutam. Foto: Cortesía Vista al Sur

Ceremonias bajo las cascadas de Kintia Panki. En la creencia shuar, el agua es la representación de la fuerza del dios Arutam. Foto: Cortesía Vista al Sur

Hace 15 años, 10 familias de la etnia Shuar, se juntaron en un proyecto de turismo vivencial y comunitario que les permita generar recursos, cuidar a la naturaleza y convivir en medio de ella.

Ellos aprovechan las riquezas que les brinda la Reserva Natural de Kintia Panki, ubicada en la parroquia Asunción, a 7 km del cantón Sucúa, en la provincia de Morona Santiago.

Kintia Panki significa en idioma shuar “boa que oscurece”. Esta serpiente cambia de color cuando se siente amenazada y habita en esta selva de espesa vegetación, abundante flora, fauna y recursos hídricos.

Según Elías Akachu, uno de los guías turísticos de este emprendimiento, la idea surgió cuando se dieron cuenta de la afectación que causaron a la cuenca hídrica, cuando una porción de terreno de la reserva la emplearon para sembrar yuca, plátano y otros productos para el autoconsumo. A partir de allí se le dio un nuevo uso al bosque, sin comprometer su riqueza.

Utilizan 30 de las 300 hectáreas que conforman la reserva. Allí existen pequeñas vertientes, riachuelos y las cascadas de Kisar, Kintia Panki y Saunps, que tienen entre 10 y 35 metros de altura. Estas aguas cristalinas son aprovechadas por los nativos para realizar baños y rituales a los visitantes, donde se utiliza piedras, plantas, semillas y herramientas rústicas elaboradas con materiales del mismo entorno.

Según Shiram Shuir, socia de este emprendimiento, recibieron capacitación del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal del cantón Sucúa, de los ministerios de Turismo e Industrias, y de la Cooperativa Jardín Azuayo.

En sus senderos predominan árboles de pitiuka, zapán, remo egüiron, matapalo, winchipos, entre otros. Los nativos identificaron más de 50 especies de animales en su entorno, como la guatusa, guanta, armadillo, tigrillo, yamala, conejo silvestre, etc. De hecho mientras se camina por esta ruta, los pájaros trinan sin descanso.

Realizar el ritual de saludo shuar, recorridos por las cascadas, una limpieza energética que incluye pintura con achiote en el rostro y danza cultural tiene un costo de USD 5. Un paseo en canoa se oferta en USD 10, mientras que el hospedaje tiene un costo de USD 15.

Para mayor información, se puede comunicar con Elías Akachu al 0993972474, o con Shiram Shuir al 0959774233.

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