Melania Trump, es la tercera esposa de Donald Trump. Nativa de la ciudad industrial eslovena de Sevnica, donde pasó su infancia en un departamento junto a un río y a fábricas humeantes. Foto: nova24tv.si
El hecho que la eslovena Melania Trump se haya convertido en la primera dama de Estados Unidos hizo crecer notablemente el turismo procedente de aquel país en la república exyugoslava, informó hoy 1 de febrero de 2017 una fuente oficial.
Solo en diciembre pasado, las llegadas de turistas estadounidenses a Eslovenia crecieron un 7,8% y el de las pernoctaciones de estas personas un 15,4%.
“El hecho de que la primera dama de EE.UU. provenga de Eslovenia representa una gran oportunidad para nuestro turismo”, señaló a Efe una portavoz de la Oficina de Turismo de Eslovenia.
“El reconocimiento del país en el mundo ha crecido intensamente desde que el año pasado Donald Trump anunciara su candidatura”, agregó en declaraciones telefónicas. Según datos oficiales, Eslovenia registró el año pasado unos 4 millones de turistas.
Melanija Knavs nació en 1970 y se crió en Sevnica, una pequeña ciudad industrial en el este del país, que en aquel tiempo era parte de la Yugoslavia comunista.
Luego cursó una escuela secundaria de diseño industrial en Liubliana, la capital del pequeño país balcánico, donde empezó también su carrera de modelo.
En 1996 se trasladó a Estados Unidos, donde se naturalizó en 2006, un año después de casarse con Donald Trump, con el que tiene un hijo.
El padre de Melania, Viktor Knavs, vendía autos y su madre, Amalia, trabajaba en una fábrica textil. La familia vivía en un edificio de departamentos de ocho pisos pegado a la escuela primaria donde estudio la hoy esposa de Trump. Foto: politico.eu
La ciudad natal de Melania como destino turístico
La ciudad de Sevnica, con solo 5 000 habitantes, era antes conocido por su lencería, fábricas de muebles y un castillo con 900 años de antigüedad. El efecto de Melania hizo que su ciudad natal pase hacia los focos del mundo gracias a su hija más famosa, la nueva primera dama estadounidense.
El alcalde y la oficina de turismo de Sevnica ya comenzaron a utilizar la nueva fama de su ilustre ciudadana para poner a esta ciudad en el circuito turístico del país alpino.
Los empresarios locales redoblaron sus esfuerzos para sacar provecho con la creación de nuevos productos, como tortas “Melania” y pantuflas “Casa Blanca”, aunque luego sufrieron un revés cuando un abogado de Trump les advirtió que tuvieran cuidado con las marcas.
Debido a esta advertencia, la municipalidad de Sevnica retiró un gran cartel publicitario con la imagen de Melania, y una pizzería que ofrecía una hamburguesa “Trump” optó por rebautizarla como “Presidencial”.