Ceausescu, Drácula y Jesús comparten escenario en el Museo del Kitsch rumano

El Museo del Kitsch rumano abrió sus puertas este viernes 5 de mayo de 2017 en Bucarest. Foto: Daniel Mihailescu / AFP

El Museo del Kitsch rumano abrió sus puertas este viernes 5 de mayo de 2017 en Bucarest. Foto: Daniel Mihailescu / AFP

El Museo del Kitsch rumano abrió sus puertas este viernes 5 de mayo de 2017 en Bucarest. Foto: Daniel Mihailescu / AFP

No esperaban encontrarse, pero el exdictador comunista Nicolae Ceausescu, el Conde Drácula y Jesucristo comparten, desde ahora un escaparate en el Museo del Kitsch rumano, que abrió sus puertas este viernes 5 de mayo de 2017 en Bucarest.

Con todos los honores, es el vampiro nacional quien acoge a los visitantes, con más precisión, una representación muy kitsch del personaje creado por Bram Stoker.

“Drácula representa la marca rumana más conocida, pero también al absoluto kitsch rumano, ya que su imagen se utiliza de una forma muy caótica e incoherente”, confió Cristian Lica a la AFP, propietario del museo.

Este expublicista de 41 años, se confiesa un “apasionado del kitsch”, un estilo artístico catalogado cursi o trillado. Cuenta que creció con todos los de su generación en medio de un “kitsch comunista” de la era de Ceausescu.

Accesorios de diseño interior imprescindibles de aquella época, como los peces de baratija o tapices que representan “El rapto del serrallo”, han resucitado para la ocasión.

Todo ello bajo la satisfactoria mirada de Nicolae Ceausescu, mandatario rumano por 22 años, en una encarnación “legendaria” del kitsch, según Lica. En la muestra existe una fotografía del dictador portando un bastón durante la ceremonia de su investidura como presidente en 1974.

Los 215 objetos expuestos están clasificados en seis categorías, entre ellas religión -donde Jesucristo no ha sido olvidado-. Otra categoría es haz tu propio kitsch.

Una sección está específicamente consagrada al abundante kitsch gitano, donde pueden contemplarse fotografías de patriarcas ricamente tocados y engalanados con coronas y otros accesorios de oro.

“Los referentes de la importante minoría gitana en Rumania pueden ser percibidos por la mayoría de los rumanos como kitsch. Sin embargo, todos podemos ser lo kitsch de otro”, manifestó Lica, quien señaló que “nadie tiene derecho a juzgar la cultura del otro”.

El museo está abierto todos los días de la semana y también tiene su página web: www.kitschmuseum.ro.

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