Feliz. Así se despidió el español Rafael Martínez, creador del aeroyoga, después de visitar el país y de dictar un taller enfocado en la formación de profesores. En su llegada a Quito, Martínez entrenó a personas de Ecuador, Chile, Honduras, España, Costa Rica…
Los representantes de esos países se reunieron en Taga Insanity (Tumbaco), gracias a la gestión del colectivo Quito Vuela. El taller terminó hoy (25 de octubre), después de una semana cargada de conocimientos, diversión y de mucha técnica.
Tras dejar la ‘semilla’ del yoga en suspensión en Ecuador, los interesados podrán obtener su certificación en Taga Insanity. Martínez contó que el diploma internacional se alcanza después de cumplir con 200 horas de clases y 150 horas de práctica.
Además, los futuros profesores deben asistir a clases con los médicos deportólogos, vía on-line. “La verdad que es bastante riguroso el proceso”, contó Martínez, ayer, antes de iniciar su clase.
El diploma internacional les permite dictar clases utilizando la marca que está registrada en Europa, Estados Unidos, Ecuador.
Las personas que solo quieren sentir los beneficios de esta disciplina, en cambio, tendrán que esperar a que Taga abra las inscripciones, pues varios de sus entrenadores se sumaron al encuentro con Martínez.
Aeroyoga, una marca registrada, apareció en España hace 10 años. En el transcurso de ese tiempo, Martínez ha entregado el diploma internacional a cerca de 300 personas de todo el mundo. Cuenta que muchos ecuatorianos se convirtieron en profesores tras asistir a México, Colombia y Argentina, donde también funcionan los centros de formación. La matriz queda en España.
El aeroyoga, cuenta Martínez, apareció por una necesidad de crear. “Llevé al columpio varias posturas que solo se practicaban sobre el tapiz”.
El método de este español, que tuvo su primer contacto con el yoga tradicional cuando tenía 14 años, es incluyente. Pueden participar personas con ciertas “limitaciones”, sobrepeso… Para ello, dividió el programa en tres etapas: la 0, la 1 y 2. En esta última participan personas con bastantes destrezas y que en un inicio también actuaron en los anteriores módulos.
Entre los beneficios que ofrece esta disciplina están: mejora la concentración, fortalece los músculos del todo el cuerpo, vuelve a la persona más paciente.
Las posturas se realizan sobre un columpio de tonos naranja y blanco. Este último color representa la paciencia, la calma…,mientras que el naranja es la creatividad.