El documental ‘Human’, del director Yann Arthus-Bertrand, recopila más de 2 000 entrevistas en 60 países. Foto: Captura
Un anciano que dice no haber amado nunca porque nunca aprendió a bailar; un asesino a quien de niño enseñaron a golpes que el amor debía doler; o una mujer feliz porque hasta en los peores días de hambruna consigue algún grano de arroz.
Son las voces del macrodocumental de Yann Arthus-Bertrand ‘Human‘.El fotógrafo y cineasta, de 70 años, llevaba más de tres décadas recorriendo el mundo en helicóptero y haciendo fotografías aéreas para revistas como National Geographic o Paris Match, antes de meterse en este ambicioso proyecto para el que ha realizado, junto a su equipo, más de
2 000 entrevistas en 60 países.
“He fotografiado la deforestación, desastres ecológicos, los polos fundiéndose… Tenía ganas de bajar a la tierra y escuchar a la gente hablar desde el corazón, ir a lo esencial”, explica en una entrevista el también autor de ‘Home’, otro documental que muestra desde el aire el estado del planeta.
A lo largo de más de tres horas, ‘Human‘, que se presentó hoy en España, combina esos barridos desde el cielo -desde las chabolas de Puerto Príncipe a los rascacielos de Manhattan, y de unas minas en Madagascar al desierto pakistaní- con testimonios en primer plano y sobre un fondo negro sobre todo lo que une a la especie humana: la felicidad, el amor, la violencia, la pobreza, la muerte.
“Quería intentar entender por qué hacemos la guerra, por qué existe la homofobia, por qué las personas abandonan su país hacia un futuro incierto”, señala Arthus-Bertrand. “Es una película activista, para reflexionar sobre qué nos impide convivir. Y también una película sobre el sentido de la vida. Hay gente que lo busca y otra no”.
Beatrice, de Ruanda, cuenta cómo escapó con vida del exterminio tutsi corriendo entre cadáveres en medio de un tiroteo. Youssef, un niño sirio, dice no temer a la muerte ni aunque le corten la garganta y se desangre, porque eso supondría reunirse con su padre fallecido. Argus, de Brasil, tiene claro en qué consiste vivir: “La vida es como llevar un mensaje del niño que fuiste al viejo que serás. Tienes que intentar que ese mensaje no se pierda por el camino”, asegura, mientras que otro compatriota, Jorge, ve imposible amar a menos de tres mujeres a la vez.
“No debería decirlo yo, pero es una película increíble”, sostiene el director, que acaba de presentar ‘Human‘ en una charla TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño) en Vancouver (Canadá). “La gente lloraba, no quería irse”, subraya.
Financiada gracias al mecenazgo de las fundaciones GoodPlanet y Bettencourt Schueller, en asociación con Google, ‘Human’ se estrenó fuera de concurso en el Festival de Venecia y ha recorrido desde entonces decenas de festivales, aunque también puede verse en abierto en Youtube, una versión extendida de más de cuatro horas.
En la siguiente lista de reproducción, usted puede ver el documental completo. La película está dividida en tres partes e incluye subtítulos en español.
Video: YouTube, cuenta: Human the movie
Después de Madrid, la siguiente parada es Zagreb, y después Ginebra, Praga, Oslo, Corea del Sur, Bolivia, Etiopía y la cumbre humanitaria de la ONU en Turquía, en mayo. Lo más difícil, después de dos años de rodaje, confiesa Arthus-Bertrand, ha sido el montaje, que le ha llevado un año más. “Con este material se podrían hacer 50 películas diferentes”, sostiene el cineasta, que prepara ya un nuevo proyecto similar, ‘Women’, centrado solo en mujeres.
“Las cifras impactan”, señala. “El 95 % de las propiedades en el mundo corresponden a los hombres, y en las cárceles las mujeres son sólo el 6 %. Eso dice algo. Por no hablar de lo que sufren las mujeres en el mundo”.
Cuando Arthus-Bertrand empezó a rodar ‘Human‘, una pregunta le acompañaba siempre: ¿qué nos hace humanos?
Cuatro años después, reflexiona: “Lo que ocurre en la otra parte del mundo es también nuestra responsabilidad. Y eso hay que verlo, hay que sentirlo. Esas personas son espejos de nosotros: el soldado que mata, el hombre que viola, y al mismo tiempo esa persona capaz de perdonar y de amar. Entender eso nos hace mejores personas”.