Vanessa Paradis: ‘Filmar con Woody Allen es lo más duro’

notitle

notitle

Vanessa Paradis, 41 años, ícono francés de la música y cine, es rápida. En el marco del Festival de Cine de Toronto, un periodista cuarentón le comenta que de niño estaba enamorado de ella por su hit radial y adolescente Joe le taxi. Una canción que ella cantaba en 1991.

“¿Y ya no estás enamorado de mí?”, contesta Vanessa Paradis, y las risas salen entre los testigos. De enormes ojos y una coqueta sonrisa con sus característicos dientes separados, Vanessa Paradis, además de ser rápida, se muestra particularmente feliz.

Tras una vida dedicada al cine francés, Vanessa ha hecho una parada en el cine de Hollywood, compartiendo cámara nada más y nada menos que con Woody Allen. La película que los une es ‘Casi un gigoló’, grata comedia de la escuela alleniana, dirigida y coprotagonizada por el actor John Turturro, acerca del encuentro y romance aparentemente imposible entre un aspirante a gigoló llamado Fioravante y Avigail, la viuda de un rabino.

En medio de esta relación, Woody Allen interpreta a Murray, amigo de Fioravante, quien ejerce como su proxeneta para que encuentre clientela femenina entre mujeres lanzadas a la vida, a cargo de Sharon Stone y Sofía Vergara.

Lo diferente para Vanessa Paradis fue interpretar a una mujer judía de Nueva York, imbuida en asfixiantes tradiciones religiosas que le prohíben tocar o mirar a otros hombres y le dictan recato todo el tiempo.

Todo lo contrario a su glamoroso trabajo como modelo de la marca Chanel, y a sus previos y hasta escandalosos papeles en el cine: fue una joven delincuente con ganas de matar a su ausente padre, interpretado por Gérard Depardieu, en ‘Elisa’ (1995), de Jean Becker. También repitió de criminal en ‘Une chance sur deux’ (1999), de Patrice Leconte.

“Estaba emocionada con el guión, nunca había visto un rol como este, con tal fortaleza, con tan fuertes sentencias”, repasa la actriz. “Con esa difícil situación que tiene que ver con encontrar una forma de vivir mejor. Mi personaje prueba que está permitido ser feliz, pensar por ti mismo y que la culpa es un veneno”.

La culpa es la atracción que siente sobre el personaje de John Turturro, el primer hombre que la besa -después de la muerte de su marido, claro- en la ficción de esta película cómicamente eficiente y que marca la insistencia de John Turturro como director: ya lo ha hecho en otras películas como.

“Me encanta ser dirigida así, por actores como John Turturro. Me gusta estar dentro de la perspectiva mental de alguien más, lo que me hace salir de mi rutina y aprender y vivir nuevas experiencias”, elogia Paradis.

¿Y aprendió algo de usted misma haciendo este papel tan distinto?

No sé si aprendí algo específico de mí misma haciendo este papel, pero te sientes autorizada para sentir nuevas cosas. Y esa es parte de la magia de hacer películas y estar en diferentes ciudades y países.

Rodando en Nueva York, hablando inglés y no francés, y compartiendo escenas con Woody Allen, Paradis se armó una cápsula amable tal vez necesaria después del bullado quiebre en 2012 con su pareja de años, la estrella Johnny Depp, padre de sus dos hijos Lily-Rose Melody Depp (15 años) y John Christopher Depp III (12 años).

Te desconectas completamente, apagas tu celular y te olvidas de responsabilidades, ya que estás protegida en esta burbuja y tienes la fortuna de tener este gran director en el que confías plenamente y que te puede pedir lo que quiera para que tú lo hagas”, dice ella.

¿Cómo fue actuar al lado de Allen en esta película?

Pffff. Filmar con Woody Allen es lo más duro que he hecho. Es un genio, y como uno se podía esperar, improvisa todo el tiempo. Eso me quedó claro desde los primeros momentos del rodaje, cuando John Turturro se reía detrás de las cámaras por las cosas que inventaba Woody. Y él me había dicho antes que iba a improvisar. “Espero no te moleste, pero me gusta crear mis líneas”, me decía Woody, pero a veces yo no sabía cuándo entrar en escena, y además me daba risa, pero tenía que mantener mi cara seria para estar en personaje.

Según Vanessa Paradis, el trabajo como director de John Turturro, dirigiendo a uno de los mejores cineastas del mundo, fue “maravilloso”: “Turturro como director es muy especial, así como es un gran actor. Hay en él una sensibilidad especial porque él conoce el proceso, los primeros pasos que uno da trabajando en su personaje... y él tiene muchos talentos: es actor, es director y es muy musical”.

Suplementos digitales