El 14 de febrero o mejor conocido como San Valentín, es una celebración que se ha implantado durante el siglo XX a escala mundial.
Existen varias teorías en torno al origen del día de los enamorados. Una de ellas es que en los países nórdicos las aves se emparejan y aparean en esa época. Sin embargo, otros criterios giran en torno a una fiesta cristianizada del paganismo, porque en la antigua Roma se practicaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego fue Eros y los romanos llamaron Cupido.
En el imaginario de las personas ese día se perfila como algo netamente comercial, en donde se impone el masivo envío de obsequios, flores y hasta chocolates en forma de corazón o Cupido a “esa persona especial”.
Pero esto va mucho más allá, puesto que el origen de San Valentín se remonta a la época del Imperio Romano. San Valentín fue un sacerdote que vivió en el siglo III bajo el gobierno del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración del matrimonio entre jóvenes, porque creía que los solteros sin familia eran mejores soldados y tenían menos ataduras.
Ante esto, el sacerdote consideró injusto aquel decreto y desafió al emperador celebrando matrimonios entre jóvenes en secreto. Por esta razón, se popularizó a San Valentín como el patrono de los enamorados y porque además, el emperador Claudio II encarceló al sacerdote y ordenó martirizarlo y ejecutarlo el 14 de febrero del año 270.
Pero, el 14 de febrero es aprovechado por aquellas personas que mantienen ese misticismo en torno al aspecto netamente romántico.
Aquí, la música juega un papel importante a la hora de conquistar el corazón de “ese ser especial”. Para Fernando Guzmán compositor y músico imbabureño del género pop balada, sostiene que las canciones “cursis” son aquellas donde la letra lo dice todo. Es decir, no es abstracta como la Trova, pero sí poética.
‘Fercho’ como es conocido en el ambiente musical, explicó que este tipo de canciones gustan más a las chicas porque son “demasiado románticas” y cita un ejemplo: ‘Te quiero’ de los Hombres G. Para un rockero esto es cursi, asegura Fernando.
El pop balada siempre fue considerado como género romántico, aunque es más cursi por el contenido de sus letras, que por lo general son declaraciones amorosas en muchos casos o poemas dedicados a “esa persona especial”.
Al ser compositor, Fernando mencionó que siempre se inicia con una hoja en blanco, pero la inspiración llega cuando se atraviesa por una situación sentimental muy fuerte y una canción puede ser escrita en cinco minutos. Las ideas se musicalizan poco a poco, pero se necesita tiempo.
Aclara que cuando se está deprimido, por alguna razón, es un buen momento para escribir y componer. Todo influye, son experiencias inolvidables.
Un aspecto importante de las canciones consideradas ‘cursis’ son los requerimientos musicales que deben tener: armonía, segmentos de diferentes notas musicales con variación; afinación y cambios de tiempo. Estrofas, rimas y poesía. Es decir, las palabras son bonitas cuando se escuchan de manera dulce al oído y no son groseras como el reggeatón.
Así, para Fernando el soundtrack de la película ‘Ghost’ por ejemplo, tuvo mucha fuerza musical porque la película fue buena. Algo similar sucede con el soundtrack de Titanic: ‘My Heart will go on’ interpretado por Celine Dion.
A criterio de Fernando, las canciones en inglés son mucho más cursis que las ecuatorianas por la pronunciación de las letras de las melodías que parece ser más dulce.
Con este criterio, coincide Carlos Cornejo, locutor de la estación radial quiteña La Bruja quien posee más de diez años de experiencia en el ámbito musical.
Para él, las canciones en inglés más románticas y que pueden catalogarse como ‘cursis’, son todas aquellas que en nuestro medio se conocen como “Baladas forever” en donde se agrupan los soundtracks de aquellas películas que marcaron una etapa en el ámbito cinematográfico.
Carlos Cornejo, en su experiencia radial comentó que una canción cursi es aquella cuya letra demuestre una declaración de amor, o también, del perdón.
Carlos asegura que las canciones cursis son las que recuerdan alguna emoción que alguna vez sentimos por alguna persona o algún lugar. Cada vez que se escuchan esas canciones, esos momentos llenan la memoria y se vuelve a experimentar dicha emoción que, puede ser felicidad, tristeza o melancolía pero siempre son capaces de transportarle en el tiempo y el espacio.