La paciente Soledad Vaca recibió una peluca personalizada. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Sentada alrededor de jóvenes y familiares tal como si fuera una reina. Soledad Vaca, paciente oncológica de 60 años, disfrutó de una fiesta organizada exclusivamente para ella. Durante este encuentro recibió uno de los mejores regalos: una peluca con cabello natural confeccionada de acuerdo con las medidas exactas de su cabeza.
Varios voluntarios que se unieron hace poco al trabajo de la Fundación ecuatoriana Dibuja una Sonrisa ayudaron a elaborarla. Desde noviembre, la fundación ha implementado un programa para que las personas interesadas se unan a tejer de forma manual pelucas para niños y adultos que por el cáncer y la quimioterapia han perdido su cabello.
Han participado cerca de 50 voluntarios. Sin embargo, el objetivo es que esté grupo crezca para conseguir mejores resultados.
Javier Sandoval, director de este lugar, indica que esta actividad es importante ya que mientras más manos se unan a tejer mechón por mechón, más pelucas se podrán entregar en menor tiempo durante toda la época navideña.
Hasta septiembre de 2013 la fundación mandaba a realizar las pelucas donde un artesano. El resultado obtenido era favorable ya que entregaban a varias personas. Sin embrago; los beneficios que proporcionaban las pelucas no eran los adecuados para los pacientes ya que el peso, la forma y la ventilación no eran las adecuadas.
Por ello se generó un departamento de investigación y desarrollo para probar nuevas técnicas y materiales. Es así que surgió la idea de las postizas personalizadas con bondades específicas para los niños y los pacientes oncológicos.
Son diferentes a las estéticas que se encuentran en el mercado ya que cumplen normativas y procedimientos específicos que permiten acompañar a los tratamientos de quimio y radioterapia.
Las pelucas son hechas a base de un material hipoalergénico, que permite que el sudor y el calor no se concentren en la cabeza y pueda salir fácilmente al exterior. Es decir que las personas que las usan sienten como que fueran propias y que nunca han perdido su cabello.
Una vez que el paciente la solicita, debe acercarse a la fundación con un certificado del médico tratante como uno de los requisitos para que se le otorgue de forma gratuita.
Después de que los miembros de Dibuja una Sonrisa tienen las medidas de las cabezas, generan una malla negra personalizada con el ajuste exacto para que no se les caiga ni se les mueva a los pacientes. El tejido es fácil y lo realizan con la ayuda de una bola de espumaflex para facilitar el trabajo.
Al terminar la confección se realiza un proceso de lavado en el que no utilizan ningún tratamiento químico en especial con amoníaco.
Sandoval indica que es importante realizar una esterilización general ya que las personas que las van a recibir no deben estar en contacto con ninguna bacteria ni virus.
Para la entrega de la pelucas los miembros de la fundación realizan fiestas especiales para los niños, con pasteles, disfraces y música, lo que les ayuda emocionalmente. Mientras que para los adultos se realiza un conversatorio en el que participan voluntarios y familiares.
Finalmente se les lleva donde un estilista para que les realice los cortes de acuerdo con la cara de los pacientes.
Según Martín Morales, voluntario desde hace seis meses, esta actividad es muy gratificante ya que no solo es el hecho de ayudar a los demás sino la gratificación que se siente al momento de la entrega. “El saber que una persona usará una peluca que tú hiciste es muy valioso”, se enorgullece Morales.
Desde que ayuda en la fundación ha tejido aproximadamente 10 pelucas.
Las personas interesadas en formar parte del voluntariado solo deben acercarse a la Fundación e inscribirse. Los horarios son flexibles y se realizan de martes a sábado durante dos horas. Los materiales que se requieren son muy sencillos como champú y acondicionador para cabello, guantes de látex, desinfectante de manos, cepillos para peinar, entre otros.
No olvide
Los voluntarios deberán llevar un juguete en buenas condiciones o alimentos para donar en los agasajos.
Las personas interesadas en donar cabello deberán llenar un formulario en la página www.dibusonrisa.com.
Cada sábado a partir de las 15:00 se entregan las pelucas en las oficinas de la fundación ubicada en Quito.