Voluntarios protegen a perros y gatos callejeros de la ceniza del Cotopaxi

En una hacienda ubicada en el sector de Belisario Quevedo (Latacunga) se preparan las casas para los animales rescatados. Foto: Galo Paguay/El Comercio

En una hacienda ubicada en el sector de Belisario Quevedo (Latacunga) se preparan las casas para los animales rescatados. Foto: Galo Paguay/El Comercio

En una hacienda ubicada en el sector de Belisario Quevedo (Latacunga) se preparan las casas para los animales rescatados. Foto: Galo Paguay/El Comercio

60 voluntarios se unieron a una iniciativa para rescatar a más de 300 animales, entre perros y gatos callejeros, que habitan en los pueblos cercanos al volcán Cotopaxi.

María Mercedes Barragán, Alberto Estudillo, Paola Subía y Fabricio Lalama son activistas independientes que lideran este proyecto.

Barragán afirma que el propósito es acoger a los perros y gatos abandonados en un lugar seguro, en caso que erupcione el volcán. Este lugar es la hacienda del veterinario Diego Medina, ubicada en el sector de Belisario Quevedo, en Latacunga.

Durante la mañana de hoy, 6 de septiembre de 2015, un grupo de voluntarios se reunieron en Cumbayá para recolectar donaciones de comida para las mascotas, mascarillas, agua, medicina, suero fisiológico, cobijas y pocillos.

Al medio día, terminada la jornada, cuatro camionetas llenas de víveres se dirigieron al albergue. Ellos aspiran recaudar estos insumos cada fin de semana.

Simultáneamente, otros voluntarios rescataron a perros y gatos de las calles de los poblados de Lasso y Latacunga y los ubicaron en el centro de rescate. Para esta tarea cuentan con la ayuda de expertos, que les enseñan cómo manejar y coger a los animales callejeros, ya que puede significar un peligro.

Debido a la incertidumbre de la permanencia activa del Cotopaxi, Barragán dice que el proyecto es indefinido. Cada semana irán en busca de más animales abandonados y mejorarán el estado del albergue. 

Los voluntarios y donantes fueron convocados a través de redes sociales y medios de comunicación. Por ahora no cuentan con un grupo en Facebook, pero los interesados pueden contactarse directamente con los encargados del proyecto.

El proyecto busca salvar a estos animales abandonados y protegerlos de los problemas de salud que la ceniza puede provocar como: afecciones en las vías respiratorias, irritar los ojos y garganta.

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