En el Itchimbía se hizo la presenación de la Ruta Lúdica, que viajará a la Costa ecuatoriana. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO
Los saltarines, la ambulancia interactiva, la carpa loca y la cancha sintética son algunos de los juegos infantiles que serán llevados por los integrantes de la Cruz Roja Ecuatoriana hacia la Costa. Los voluntarios viajarán a las provincias Esmeraldas y Manabí para realizar actividades lúdicas a los niños, niñas y adolescentes que están en los albergues de las dos provincias que fueron afectadas por el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter.
Ruta Lúdica es el nombre del proyecto de la Cruz Roja, que tiene como objetivo hacer dinámicas, caritas pintadas, juegos interactivos y demás para que los niños empiecen a superar los traumas que les dejó el sismo. Así lo indicó Roberto Bonilla, integrante de la Cruz Roja.
“Tenemos una carpa de sensibilización para que no pierdan costumbres como lavarse los dientes, alimentarse tres veces a la semana y otras”, dijo.
Los voluntarios han sido capacitados. En total son 20 personas que viajarán a las localidades afectadas por el movimiento telúrico.
Bonilla aseguró que en el levantamiento de información que se ha realizado en el terreno es que los niños tienen procesos de ansiedad, temor y miedo. “No están viviendo en sus hogares y tienen que vivir en otro lugar, albergues, y no se sienten cómodos”.
Cruz Roja busca fortalecer su salud mental para superar el impacto del terremoto. Además están levantando información sobre cuántas familias y la ayuda humanitaria que se entregará. Está en proceso, señaló el voluntario. El 30 de mayo irán a Esmeraldas; luego, visitarán Portoviejo y Manta.
Guillermo Yánez, coordinador Nacional del Programa de Juventudes, señaló que la iniciativa incluye la capacitación de otros voluntarios. Se lo hará el próximo viernes 3, sábado 4 y domingo 5 de junio de 2016 habrá una jornada nacional de capacitación de voluntarios en materia psicosocial. Se capacitarán a 90 personas en el parque Itchimbía, en el Centro. “Aprenderán manualidades, juegos, dinámicas y más”, señaló Yánez.
Las cajitas de la esperanza son una iniciativa de la Cruz Roja para llevar un mensaje de fe a los niños de los albergues de Manabí y Esmeraldas. Foto: Valeria Heredia/ EL COMERCIO.
La esperanza y los ánimos de superar lo vivido en el terremoto es la meta de los voluntarios, según Inés Portilla, presidenta de la Cruz Roja de Pichincha y vicepresidenta a escala nacional. “Fue una iniciativa de los coordinadores de la Cruz Roja. Es una ruta completa con juegos, canchas y demás. Queremos llegar con alegría el Día del Niño.
Le entregaremos una cajita de la esperanza con un mensaje de alegría y de fe. Además tiene productos como juguetes, ropa, cuadernos para colorear y pinturas”, explicó.
Gladys Inga lleva un año y medio como voluntaria. Aseguró que tiene mucha expectativa con el viaje a la Costa, porque “llevarán alegría a los niños”. En su caso, está en la carpa de pintura para que los niños plasmen sus sentimientos frente a la vida y cómo será su futuro” dijo. Se espera cubrir a unos 3 000 niños de la Costa ecuatoriana.