49 303 casos atendidos por violencia de género, en Quito
El Centro de Equidad y Justicia de Carapungo recibe denuncias diarias por agresiones. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
En el presente año, en los Centros de Equidad y Justicia, a cargo del Municipio de Quito se han atendido 49 303 casos por violencia de género, intrafamiliar, sexual y maltrato infantil.
La cifra supera a los 49 000 casos registrados en el 2016. Según Byron Cuesta, director de Ejecución de la Dirección Metropolitana de Violencia Intrafamiliar, el aumento en las atenciones responde a una estrategia lanzada en el 2016.
Esta consiste en acercarse a los barrios y escuelas, a través del Municipio Móvil, con información sobre los servicios de los Centros de Equidad y Justicia. “No quiere decir que la violencia aumentó sino que hay una visibilización acerca de la posibilidad de acercarse a los servicios de los Centros de Equidad y Justicia”, dijo.
Las denuncias corresponden, en su mayoría, a episodios de violencia donde la mujer es víctima de insultos, humillaciones o golpes por parte de su conviviente, por lo que decide poner una denuncia e iniciar un proceso legal contra del agresor. Aunque también existen casos de maltrato de padres a hijos.
¿Cuáles son las opciones de las mujeres para enfrentar este tipo de violencia en Quito?
Según Christian Goyes, coordinador técnico de los Centros de Equidad y Justicia, el primer espacio ideal al que debería tener acceso una mujer que sufre algún tipo de violencia es su entorno familiar.
“Esa debería ser su primera opción. Hay que entender a la violencia de género y todo tipo de violencia como una grave vulneración a los derechos humanos. Entendido así, no solo la víctima debería saber a dónde acudir sino todo su entorno, toda la comunidad”, dijo.
Cristina Calderón, directora de Gestión de Servicios de Apoyo a Víctimas de violencia Intrafamiliar de los Centros de Equidad y Justicia, asegura que allí se trabaja en la parte psicológica, social y legal. En los casos en que las víctimas quieren denunciar cualquier tipo de agresión, funcionan delegaciones de la Fiscalía para agilitar la demanda. Tras ese paso, funcionarios de los Centros de Equidad y Justicia patrocinan el proceso.
Viviana E. asiste cada semana al Centro de Equidad y Justicia en Carapungo (norte de Quito). La violencia psicológica a la que estaba expuesta por parte de su exmarido la obligó a buscar ayuda. Por las charlas que dieron en la escuela de su hija supo de los centros a cargo del Municipio y decidió ir.
“Vengo de un hogar en el que era normal la violencia de mi papá por su alcoholismo. Creía que era normal. Hoy me doy cuenta de las consecuencias de verlo así”, contó.
Otro caso es el de Daniela F. Ella no ahondó en las circunstancias que la llevaron a buscar asesoría. Pero el hecho de asistir cada semana para hablar con la psicóloga le ha sido de ayuda, según comentó. “La asesoría me ayudó a tomar mejores decisiones”.
Los Centros de Equidad y Justicia funcionan en horario de oficina (00:08 a 16:30). ¿Qué hace una mujer que es víctima de violencia y no tiene a dónde recurrir fuera de ese horario?
Según Goyes, el Municipio no cuenta con casas de acogida, pero trabajan en conjunto con organizaciones no gubernamentales para remitir a las personas que no tienen familiares que puedan ayudarlas. “En el caso del Municipio trabajamos con la Casa Matilde, que es un centro de acogida para víctimas”, dijo.
La concejala Carla Cevallos propone que se incluya en el proyecto de Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar toda forma de Violencia contra la Mujer un artículo en el que se establezca que todas la Unidades de Policía Comunitaria (UPC) sean un primer lugar de acogida.
El objetivo, según Cevallos, es que se evite que las agresiones lleguen a la muerte de las mujeres que no tienen un lugar a donde ir. “Hay lugares alejados que no cuentan con centros de ayuda. Las UPC están más cerca de los barrios”, dijo. Agrega que el objetivo es que Quito sea el plan piloto para evaluar el funcionamiento de esta propuesta.
Las cifras de Fiscalía revelan que no hay una sola parroquia del Distrito Metropolitano de Quito donde no se haya registrado casos de violencia contra la mujer y la familia. En la capital se receptaron 1 563 denuncias por violencia psicológica, física y sexual contra la mujer o algún miembro familiar en el primer cuatrimestre de este año. Durante el 2016 se registraron 7 793 casos.
Ambos años, la zona con mayor registro de denuncias fue Carapungo, ubicada en la parroquia rural de Calderón, en el norte de la ciudad. Allí, de enero a abril de este año, hubo 99 denuncias.
Esta zona supera con un 25% a los casos registrados en otros barrios con índices altos como Mariscal Sucre, Solanda y Guamaní. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de víctimas, se resiste a poner una denuncia en Fiscalía, y opta solo por buscar ayuda o guía.