Cuando Fernanda Jaya descubrió su vocación por el derecho, ya estaba cursando el preuniversitario de la Politécnica Nacional. Allí pretendía estudiar física pura, porque su título de bachiller era físico-matemático.Ya en la ‘Poli’ tomó la decisión de abandonar los números y estudiar para ser abogada. Acudió a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central, pero se chocó con una barrera: el requisito para ingresar era ser bachiller en ciencias sociales.
Ese tipo de inconvenientes al ingresar a la universidad motivaron al Ministerio de Educación (ME) a crear el Bachillerato Unificado (BU), que entrará en vigencia en septiembre del 2011. Y esto obligará a las universidades a no exigir especializaciones. Freddy Peñafiel, gerente del proyecto, advierte que “se tendrán que reformular los requisitos de ingreso. Las pruebas de admisión deberán basarse en el tronco común de materias”.
Jaya opina que si hace seis años existía el BU se hubiera ahorrado tiempo y los trámites que hizo para ser admitida en la universidad. Para obtener el título de ciencias sociales, Jaya acudió al Ministerio de Educación, en donde le designaron un colegio. Durante seis meses entregó trabajos y al final rindió los exámenes de grado en materias como literatura e historia universal y así obtuvo el título.
Con el BU, Peñafiel aclara que todos podrán ingresar a la carrera que quieran en la universidad. Quienes estudien en colegios técnicos tendrán menciones según la especialización.
Pero esta propuesta todavía no ha sido debatida en los centros de educación superior. Édgar Samaniego, rector de la Universidad Central, dice que no han recibido la propuesta, por parte del Ministerio. “Parece que nosotros tendremos que tomar la iniciativa”. Esto difiere con las declaraciones de la subsecretaria de Calidad Educativa, Alba Toledo, quien aseguró que se visitó a 18 universidades para elaborar el nuevo currículo.
Actualmente, la Central pide especializaciones para evitar la sobrepoblación en las carreras. En la Facultad de Ciencias Económicas, por ejemplo, se inscribieron 1 035 alumnos este año, pero solo hubo cupo para 150.
René Puga, director de la Escuela de Economía, opina que todo extremo es malo. Por un lado aplaude la iniciativa de crear el BU, pues no está de acuerdo en que existan demasiados bachilleratos. “Eso restringe el ingreso”. Pero propone que existan tres especializaciones, ya que sí se requieren conocimientos específicos. Eso ayudará a evitar la saturación en ciertas carreras.
Emiliana Rosado, de 17 años, es bachiller en contabilidad y dice que necesita saber más de matemáticas para la carrera de Economía. “Si hubiera sabido, mejor me iba a físico-matemático. En ‘conta’ solo me daban dos horas semanales de matemática y no aprendí”. Ella se siente en desventaja con sus compañeros.
En este caso, los propedéuticos de las universidades nivelan los conocimientos de los estudiantes. Puga opina que el BU no reemplazará a estos cursos, porque hay carreras para las cuales se requieren estandarizar los conocimientos.
En el caso de la Escuela Politécnica Nacional no se exigen especializaciones, por lo que no se verán afectados por el cambio.
Raúl Costales, director de Admisiones, está de acuerdo con que exista el BU, ya que actualmente los alumnos llegan con deficiencias en ciertas áreas.
El 55% de los estudiantes que ingresó en este año siguió físico-matemático, los demás tienen varias especializaciones. Los que más problemas presentan en el preuniversitario son los graduados en sociales, informática, técnico y contabilidad.
Christian Gómez, de 18 años, se siente más preparado que el resto de compañeros. Él es bachiller general en ciencias y estudiará ingeniería empresarial.
En la Universidad de las Américas tampoco es un requisito la especialización. El rector Carlos Larreátegui está de acuerdo con el BU. Dice que al obligar a que los estudiantes tengan una especialización de forma prematura, “los condenan a un camino que no necesariamente es el suyo”. En este centro, se toma un examen de admisión que pone énfasis en el área al que se aspira.