El unicornio, un animal mitológico que nunca pasa de moda

Los primeros en hablar de los unicornio fueron autores de la antigüedad, viajeros y científicos que aseguraron haber visto extrañas bestias en Oriente. Foto: Twitter Louvre pour tou·te·s@louvrepourtous

Los primeros en hablar de los unicornio fueron autores de la antigüedad, viajeros y científicos que aseguraron haber visto extrañas bestias en Oriente. Foto: Twitter Louvre pour tou·te·s@louvrepourtous

Los primeros en hablar de los unicornio fueron autores de la antigüedad, viajeros y científicos que aseguraron haber visto extrañas bestias en Oriente. Foto: Twitter Louvre pour tou·te·s@louvrepourtous

Los unicornios, animales mitológicos de cambiante carga simbólica a lo largo de la historia, perduran en la iconografía de nuestros días, como enseña una nueva exposición en el Museo de Cluny, el museo nacional francés dedicado a la Edad Media.

La muestra 'Unicornios mágicos', abierta hasta el 25 de febrero, exhibe a través de tapices, grabados, esculturas, fotografías y vídeos cómo se han servido los artistas a lo largo de los siglos de este animal legendario.

Hoy en día la figura del unicornio ha vuelto con fuerza, ya sea en la literatura fantástica, en el mundo de los juguetes, de las marcas y hasta minorías sexuales se han apropiado de su simbología gracias al arte de finales del siglo XX.

El unicornio, misterioso y ambivalente, ha sido fuente inagotable de inspiración artística y ha llegado a simbolizar desde la castidad y la inocencia hasta la maldad.

Y a su cuerno se le atribuía el poder de detectar venenos y purificar los líquidos, como recuerdan los organizadores de esta singular exposición.
La obra central de la muestra, y al mismo tiempo tesoro del Museo de Cluny, la constituyen los seis tapices de 'La Dama y el unicornio', que fueron tejidos hacia el año 1500, en la transición de la Edad Media al Renacimiento, y reflejan la importancia del unicornio en la época medieval.

La colección de tapices, joya del arte medieval en Europa, está compuesta por seis piezas en lana y seda y cada una representa a una dama rodeada de un unicornio y un león.

Cinco de ellas simbolizan los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto); la sexta, la más misteriosa, porta el lema en francés " mon seul désir" ("A mi único deseo").

"Es la más misteriosa, pensamos que puede ilustrar el sexto sentido, el del corazón, que percibe lo que los otros no pueden", explica la comisaria del museo, Béatrice de Chancel-Bardelot.

Si hay algo que envuelve a los unicornios es el misterio, en palabras de la comisaria. "Los primeros en hablar de estas criaturas fueron autores de la antigüedad, viajeros y científicos que aseguraron haber visto extrañas bestias en Oriente, especialmente en la India", recuerda Bardelot.

El mito, añade, aparece ya en textos clásicos de la antigüedad escritos en latín y griego. "En la Edad Media, los bestiarios comenzaron a representarlo y los artistas se lanzaban por primera vez a reflejar su imagen", revela Chancel-Bardelot, en alusión a los compendios medievales que describían con ilustraciones animales reales y bestias fantásticas como dragones, arpías o centauros.

En ese periodo histórico, central en la exposición, el unicornio se percibía de distinta manera en las diferentes culturas europeas.

Así, "en Francia, el animal ha sido representado de un blanco impoluto y se le otorgaba a su cuerno un poder purificador del agua; además, se sostenía que solo podían ser atrapados con la ayuda de una chica joven, lo que se traduce en símbolo de pureza y virginidad", explica Chancel-Bardelot.

En otros lugares, se asocia su imagen a la religión cristiana e, incluso bajo influencia bíblica, se ha asociado al animal con un ser agresivo y nefasto: "Dios, protégeme de las fauces del león y del cuerno del unicornio" llega a decir la Biblia, añade Chancel-Bardelot.

"Con los ojos sociales de hoy, vemos La Dama y el unicornio como una obra eminentemente feminista, pues la mujer es el centro de todo", opina la comisaria, que considera que esa visión feminista es la que prevalece en las representaciones artísticas del animal en la actualidad.

"Una imagen icónica fue la que rodó (la artista visual alemana) Rebecca Horn al filmar a una amiga paseando vestida de unicornio por campos de trigo", menciona como ejemplo al respecto de esa obra realizada en los años 70.

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