El turismo atrajo a los jóvenes tsáchilas
Los jóvenes practican hasta ocho horas a la semana, los bailes típicos de la nacionalidad. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.
La agricultura y el chamanismo eran las actividades que los padres tsáchilas heredaban a sus hijos. Desde niños, les enseñaban a cultivar y a reconocer las propiedades de las plantas medicinales nativas.
Pero en los últimos cinco años, el turismo empezó a tomar fuerza en las comunas, especialmente en Chigüilpe.
Ahí se construyeron alrededor de 10 centros culturales, que emplean a 50 jóvenes nativos. Ellos se encargan de hacer recorridos por los bosques, tocan la marimba, bailan, preparan la comida típica e incluso han retomado la elaboración de prendas nativas.
Abraham Calazacón, líder del proyecto cultural y turístico Mushily, señaló que decidió trabajar con más de 20 jóvenes, porque ellos son los embajadores de la cultura tsáchila. Salen constantemente a la ciudad por estudios o para vender los productos agrícolas en los mercados.
Pero habían dejado de utilizar la indumentaria típica y de hablar el tsáfiki, el idioma nativo. “El proyecto fue pensado para recuperar la cultura tsáchila y para regresar a los jóvenes su identidad indígena”.
De hecho, los jóvenes se han capacitado para ser guías nativos. El último taller se inició hace 15 días y se tiene previsto que termine a finales de junio. Esta iniciativa busca potenciar la ruta Aventura y del Miya, que promueve la Prefectura de Santo Domingo.
Ahí, los guías nativos están aprendiendo sobre la animación turística y manejo de grupos, servicio al cliente, buenas prácticas de higiene y manipulación de alimentos, uso de herramientas informáticas aplicadas al turismo y un curso de inglés básico.
También asisten a una escuela cultural tsáchila en la que aprenden sobre el idioma, la danza, juegos, entre otras.
Emilio Calazacón, guía turístico de Mushily, señaló que el turismo cambió la dinámica de las comunas. Él recuerda que las únicas opciones de los jóvenes en las comunas era la agricultura o el chamanismo, pero solo si tenían talento.
Ahora pueden combinar las actividades del campo con las del turismo, pero desde un enfoque que les permita preservar la cultura. Emilio, por ejemplo, descubrió que podía domar a las culebras. Él tiene una, que muestra a los turistas para que se tomen fotos.
Para el tsáchila, una de las experiencias más gratificantes ha sido ser el guía de la actual Miss Universo, Demi-Leigh Nel-Peters.
Para el guía nativo Miguel Aguavil, una de las satisfacciones de dedicarse al turismo es que él y su familia han retomado las costumbres tsáchilas.
Él hace parte del grupo musical Renacimiento Tsáchila, conformado por 27 jóvenes.
Hace un mes participaron en el concurso Retos de Academia y obtuvieron el tercer lugar. Desde entonces han tenido más presentaciones en ferias y eventos públicos.