Tres pueblos ocultos fueron identificados

Las lanzas halladas en la Precooperativa Los Reyes, en Francisco de Orellana, tenían fundas de frituras atadas en las puntas.

Estaban en los cuerpos de tres habitantes de la zona que fallecieron en el 2009, atacados por 15 indígenas, supuestamente de pueblos en aislamiento voluntario. Ellos utilizan las fundas de frituras como adornos para sus armas de defensa, según una reciente investigación del Vicariato de Aguarico.

Dichos adornos, para la investigadora Milagros Aguirre son una evidencia de que estos pueblos están más cerca de los sitios poblados de la Amazonía.

En la actualidad se han identificado al menos tres grupos: Los Curaray, Armadillo y Gabaron. Están asentados en una franja entre los ríos Tiputini-Tivacuno y Curaray.

Se desplazan fuera de la zona intangible. Esta área fue creada con un Decreto en enero de 1999, para conservar sus recursos naturales y humanos. La zona intangible tiene una extensión de 700 000 hectáreas en Orellana y Pastaza, donde está el Parque Nacional Yasuní.

Estos pueblos, según el antropólogo José Proaño, no conocen sobre límites físicos para movilizarse por la selva. Se los ha nombrado según la zona.

Los Armadillo tienen casas en la zona de Armadillo-Cononaco chico y han tenido varios contactos con los grupos huaorani cercanos. “En enero estuve haciendo cacería y ahí los encontré matando mono. Me quedé un poco escondido observándolos”, refiere Davo Enomenga, de la comunidad de Tobeta.

Los Armadillo probablemente ocupan dos casas y lo integran antiguos tagaeri, dice Proaño.

Los Curaray, que al parecer son los menos contactados, podrían ser del clan de los taromenani. Se los identifica porque amarran hojas y las esparcen a lo largo de sus rutas de cacería como advertencia para no acercarse.

“Un señor de Rocafuerte había encontrado sangre botada y siguiendo las pisadas encontró una mujer a la que ya le habían cortado la cabeza”, dice Alfredo Santi, de San José de Curaray.

Los Gabaron habitan el valle del Nashiño y han tenido contactos con huaorani del Cononaco y Kawimeno. “Es posible que sean otros grupos de antiguos huaorani separados”, dice Proaño.

Pasando Pavacachi, a unas dos horas, “había ahí unas pisadas y vimos a unas personas desnudas que se iban corriendo. Dijeron que no los sigamos porque nos pueden matar”, agregó Delfín Santi, de Pavacachi.

La protección de estos pueblos está a cargo del Ministerio de Justicia. Antes estaba en manos de Ambiente, pero se lo trasladó para fortalecer el enfoque de los derechos humanos. Aguirre asegura que el principal reto de Justicia es proponer protocolos y planes de contingencia para evitar más muertes en la zona, como en el 2009, en Los Reyes.

Los hallazgos se detallan en dos libros

El Proyecto Pueblos Ancestrales: Vicariato de Aguarico -Unión Europea entregará al Estado este viernes los resultados de varias investigaciones y sistematizaciones sobre los pueblos en aislamiento.

El libro ‘La Nación Waorani’, de Miguel Ángel Cabodevilla, sistematiza la presencia de estos grupos en la Amazonía, desde una visión histórica. Incluye mapas, imágenes satelitales y fotografías.

La investigación del antropólogo José Proaño; ‘ Voces de la Selva’, en cambio, da cuenta de las noticias recientes de los no contactados.

También se presentarán una serie de cartillas educativas para saber qué hacer si se da un encuentro con un grupo de no contactados. “Se recomienda detenerse, evite realizar movimientos bruscos y guarde silencio, evite dialogar, interactuar o llamar la atención mediante sonidos u otras señales; levante las manos mostrándolas abiertas en señal de no agresión. Si las personas se retiran, no perseguirlas y esperar hasta perderlas de vista”.

Estas cartillas serán entregadas en 36 comunidades campesinas y huaorani que viven en sitios donde se ha registrado la presencia de los no contactados. Se las elaboró igual que un cuento, con personajes, dibujos y moralejas para que los niños puedan aprender de una forma lúdica.

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