Los textos de Lengua intentarán acercar al niño a la literatura

En la escuela anexa al Instituto Manuela Cañizares. Marcelo Cabezas y sus compañeros del quinto año de básica tuvieron su primer contacto con el libro la semana pasada.

En la escuela anexa al Instituto Manuela Cañizares. Marcelo Cabezas y sus compañeros del quinto año de básica tuvieron su primer contacto con el libro la semana pasada.

La maestra Kruskaya Narváez pide a sus alumnos que saquen del casillero el texto de color rojo. Son las 09:00 del miércoles, la hora de aprender lengua y literatura.

Es la primera vez que el quinto de básica de la escuela anexa al Instituto Manuela Cañizares usa este libro. Con una indicación de la profesora, los estudiantes acercan el texto a su nariz y aspiran. “Qué rico huele”, se escucha en la clase. “Así tiene que oler hasta el último día del año”, advierte la maestra.

Al leer la primera página, los niños se enteran de que el Ministerio de Educación entrega este material de manera gratuita. Este es uno de los seis nuevos textos que se elaboraron para el área de lengua y literatura (de segundo a séptimo de básica).

Matías Berbecho, de 8 años, no esperó hasta ese día para ver los contenidos. El niño leyó los cuentos que se incluyen en el libro, antes de que la profesora se lo pidiera. A este pequeño le gusta tener un texto para aprender y otro para realizar ejercicios. El año pasado solo contaba con uno.

La profesora destaca el énfasis del libro rojo para que los estudiantes desarrollen el pensamiento crítico y escriban textos literarios. Sin embargo, critica que solo en una parte contenga cuentos para leer. Por eso complementa las tareas con otras lecturas.

Narváez dice que, junto con sus alumnos, aprenderá a usar los libros sobre la marcha, ya que no los conoció antes de que se iniciaran las clases. El material llegó a la escuela hace menos de un mes. Hasta la semana pasada, prefirió nivelarlos con otros ejercicios sin guiarse por los textos.

La tarea fue describir a un pariente, organizar las ideas y redactar una composición. Los niños opinaron sobre el trabajo de sus compañeros. Esto, según dice, permite que los niños sean críticos, como se pide en el currículo.

El aprendizaje con textos de lengua y literatura comienza en segundo de básica. Uno de los ejercicios es identificar los sonidos de las letras. Por ejemplo, se muestra el dibujo de un enano. Bajo el gráfico hay cinco casilleros (número de letras). Los niños deben captar el sonido de la ‘n’ y pintar el casillero que corresponde.

Dalia Noboa, experta en el área, rescata el valor que se da a la fonología como “prerrequisito para la lectura”. Sin embargo dice que en esta etapa el uso de la palabra hipopótamo, -que tiene 10 letras- confunde, porque solo tiene 9 casilleros, ya que la ‘h’ no tiene sonido. Lo mismo sucede con la palabra olla: solo se ponen tres casilleros, pero la palabra tiene cuatro letras.

Noboa también encontró errores ortográficos y de sintaxis en los textos de esta área. Dice que falta tildar ‘sí’ para señalar afirmación. Además, hay ambiguedad en las órdenes, por ejemplo: “Escribo el primer verso de ocho sílabas”, cuando debe decir escriba.

Sin embargo, destaca los recursos didácticos, el enfoque innovador y el desarrollo de competencias linguísticas en los niños.

El currículo señala que los ejes del aprendizaje en esta área son: escuchar, hablar, leer y escribir, en todos los niveles de educación básica. Dentro de la planificación del quinto de básica, por ejemplo, estos ejes cruzan los bloques temáticos: manual de instrucciones, recetas y diálogos. Se usan ejemplos cotidianos, como las recetas que da el doctor o los diálogos de un chat de Internet.Al mismo tiempo se aprende gramática y ortografía, al usar la lengua como herramienta de la comunicación. Así se explica en la Actualización Curricular. También se intercalan bloques relacionados con la literatura que son: cuento popular, rimas y leyendas tradicionales. Por eso, el área cambió de nombre. Antes de la Actualización Curricular se llamaba lenguaje y comunicación.

León Espinosa, catedrático de la Facultad de Comunicación y Linguística de la U. Católica, opina que los textos tienen una buena secuencia para el aprendizaje. Sin embargo, recomienda que se trabaje en el tema de género, se da más énfasis a lo masculino.

Los libros usan la primera persona: yo leo, yo escribo... Espinosa dice que este elemento fortalece la autoestima de los estudiantes. De esta manera, ellos son los protagonistas del aprendizaje.

Una donación de la U. Andina

Para seleccionar los nuevos textos escolares se realizó un concurso de editoriales. El área de lengua y literatura se declaró desierta porque ninguna propuesta “cumplía con las necesidades”, según explica Alba Toledo, directora nacional de Currículo.

Sin embargo, el Ministerio de Educación (ME) aceptó una donación de la Universidad Andina Simón Bolívar. Esta incluyó los textos de segundo a séptimo de básica. Toledo explica que estos fueron los que más se acercaron al Ajuste Curricular vigente.

Para seleccionar el material, dice Toledo, se midió el sesgo, las actividades, la coherencia entre el currículo y el contenido, que el material bibliográfico usado sea actual, entre otros aspectos.

Al aceptar la donación, el ME pidió a la U. Andina que hiciera ajustes, según los resultados de su evaluación en el concurso. Toledo señala que estos textos son perfectibles, y se irá mejorándolos. Por eso -dice- no se convocará a un nuevo concurso para esta área.

Un incentivo para la creatividad

Para Alfredo Astorga, responsable de Política Educativa, del Contrato Social por la Educación, con el cambio de nombre de lenguaje y comunicación a lengua y literatura se busca enfatizar en la creatividad. Anteriormente, explica, se enfatizaba en escuchar, hablar, escribir y leer. Y se tomaba mucho en cuenta la gramática y la ortografía. Ahora, bajo este nuevo nombre, se mantiene esta tónica, pero se trata de que el niño o la niña desarrollen un lenguaje creativo.

Es decir, que no se queden solo en leer textos funcionales (recetas, cuentos, formularios, etc.), sino que también escriba textos literarios, desde pequeñas edades. “Es un llamado interesante a escribir textos”. Pero este llamado también invita a reflexionar en la importancia de la capacitación literaria para maestros. Astorga cree conveniente hacer un trabajo fuerte a nivel de maestros, pues en general no hay cultura lectora. En ciertos sitios la dotación de libros también es escasa y eso impide la adhesión a la lectura.

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