La magia y la técnica de los títeres erige a Guatemala como capital mundial

Imagen del IX Festival Internacional de Títeres

Imagen del IX Festival Internacional de Títeres "Titiritlán" en Guatemala, tomada de la cuenta de Twitter esQuisses @_Esquisses

Imagen del IX Festival Internacional de Títeres "Titiritlán" en Guatemala, tomada de la cuenta de Twitter esQuisses @_Esquisses

En Guatemala ocurren estos días centenares de historias protagonizadas por marionetas que tienen vida propia, acompañadas por decenas de titiriteros llegados de varias partes del mundo que han irrumpido para animar calles, plazas y enclaves formando una mágica combinación.

La décima edición del Festival Internacional de Titiritlán arrancó el 16 de febrero y se prolongará hasta el 4 de marzo en tres escenarios, la capital, la ciudad colonial de La Antigua y el departamento de Sololá, reuniendo a compañías de Argentina, México, Guatemala e Italia.

Uno de los organizadores de este evento titiritero, en el que la fantasía cobra vida, Paolo Gorio, contó a Efe que esta cita cultural germinó hace diez años con la idea de rescatar los títeres y dar a conocer a uno de los grupos que trabajó en Guatemala desde la década de los 40 hasta 2004, cuando ofrecieron su última función.

La compañía Guiños, formada por Luis Alfredo Iriarte y Carmen Antillón, ambos ya fallecidos, está presente en esta edición a través de una exposición de sus títeres en el Centro de Formación de la Cooperación Española de La Antigua.

La idea, agrega este miembro de Cúmbala Cachúmbula, sigue en la actualidad: "Seguimos fortaleciendo el movimiento en Guatemala y en la región centroamericana" y grupos de Costa Rica, Nicaragua y El Salvador llegan estos días al país, convertido en la capital global de la magia y la técnica de títeres de todo el mundo, para recibir los cursos.

Estos pequeños seres inanimados que van cobrando vida, cuenta, no van a desaparecer nunca, de hecho, en Santa Lucía Cotzumalguapa hay una estela maya, la número 21, en la que aparece un titiritero, una pequeña muestra de que esta cultura trasciende al pasar de los tiempos.

La ventaja de los títeres, a diferencia de las nuevas tecnologías, es que "todavía tienen el toque mágico de participar con la gente, mientras ahí nos encerramos en un mundo individualista", resume, y concluye; "Los títeres van a sobrevivir, si han sobrevivido hasta ahora, vamos a seguir".

Este festival, en el que participan compañías como Bambambin (Italia), La Molotera (Guatemala), Fresca Viruta (Argentina) o Merequetengue (México) se convierte además en una vía de escape para los problemas del país: "Para que se olviden de la realidad con una forma de recreación sana y sobre todo de calidad".

Mario Castillo es uno de los titiriteros que entretendrá a miles de guatemaltecos, unos 5 000 acuden cada año a las diferentes exposiciones.

Con su obra "Trocitos de papel", una colección de cuentos, habla de como los gatos buscan alcanzar la luna para "comerla y dormir sobre ella".

Con títeres de sombra y de animación directa, además de figuras planas, Mario, que lleva 4 meses con esta obra, basa su representación en un pequeño teatrillo desde el que interactúa con los más pequeños.

El festival de títeres cerrará su décima edición el próximo 5 de marzo en Panajachel.

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