Marcelo Ordóñez
Maestro de Danza
La libertad es igualdad y conocimiento. Yo la aplico, a mi vida diaria y a mi profesión, con esos criterios y, además, en el reconocimiento y en la exigencia de los derechos individuales de cada persona. La danza como arte, lo que más hace es expresar sentimientos, sensibilidades y también opiniones a través del cuerpo en movimiento. Y la única manera de hacerlo es con absoluta libertad.
Asimismo, no es solo pensar en la difusión cultural mayoritaria y masiva, sino que para expresar y para formar un público debemos mostrar cosas estéticas, es decir que mantengamos la libertad sin distorsionar la idea de la calidad en el arte.
Sin embargo, los actores y gestores culturales, los creadores con su actividad extraordinaria, están condicionados, son dependientes de quienes toman las decisiones políticas para apoyar estas manifestaciones. En ello el artista siempre ha estado en desventaja y este es un punto que se debe regular. No es solo facilitar proyectos, sino ver la problemática con una visión más global. El artista debe vivir con dignidad, pues él recupera nuestra cultura.