Los Premios Nobel 2012 en la categoría de Medicina, Física y Química fueron entregados a científicos que a través de sus aportes a la reprogramación de las células madres (una especie de elixir de la juventud), la revolución cuántica y la investigación de farmacología han contribuido a la sociedad moderna.
1) Nobel de Medicina: John Gurdon y Shinya Yamanaka
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Revolución de células madres
La ciencia ha conseguido una especie de elixir de la juventud: las células de la piel de una persona pueden convertirse en jóvenes células nerviosas. Para lograrlo, los investigadores programan las células con la finalidad de que retrocedan a una especie de estado embrionario y, después, orientan su desarrollo en la dirección deseada por el entorno médico.
El fundamento de estos avances es la técnica desarrollada hace seis años por uno de los Premios Nobel de Medicina de esta edición: el japonés Shinya Yamanaka, de 50 años. Él basó su investigación en los descubrimientos del británico John Gurdon (79), de la Universidad de Cambridge, con quien comparte el galardón.
El objetivo de la nueva técnica es que las células rejuvenecidas sustituyan a tejidos desgastados o sean empleadas para la investigación científica.
Pero aún queda mucho hasta alcanzar la curación de los pacientes. Hace más de medio siglo, Gurdon puso la herencia genética de una célula adulta en los óvulos de una rana, obteniendo células con cualidades embrionarias. De esa forma, en 1962 Gurdon demostró que las células adultas conservan todas sus características. Así, aunque esas cualidades permanezcan ocultas en las células de la piel o el pelo, éstas pueden ser llevadas de nuevo a una especie de estado embrionario.
Sin embargo, hay que considerar que las técnicas de clonación en humanos son éticamente muy controvertidas.
2) Nobel de Física John Gurdon y Shinya Yamanaka
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Un sueño cuántico es posible
“Te deja pasmado cuando sucede”, dijo el estadounidense David Wineland, coganador del premio Nobel de Física de 2012 j unto al francés Serge Haroche.
Los dos investigadores, ambos de 68 años, fueron recompensados por la academia sueca por su trabajo de óptica cuántica que podría revolucionar la potencia de cálculo de los ordenadores y crear relojes de precisión extrema, con grandes aplicaciones para la navegación como el GPS.
Los físicos son buenos amigos desde hace muchos años. “ Algo bueno es que nuestros sistemas de investigación son en muchos sentidos complementarios y no hemos sido jamás competencia directa”, señaló el estadounidense. “Podemos abordar un problema similar pero en un contexto diferente”.
Wineland se declara confiado en que la ciencia pueda un día construir un ordenador cuántico. “No estoy seguro de que eso ocurra en la próxima década, pero pienso que acabaremos por aplicar principios cuánticos para hacer un ordenador que tendrá aplicaciones verdaderas”, predijo.
Dada la importancia del potencial, este campo científico se beneficia de una parte considerable de fondos para la investigación del gobierno estadounidense. “ Estamos en una postura bastante buena” , admite el físico en relación a un contexto de restricciones presupuestarias.
Wineland destaca así el número de investigadores que trabajan en este campo de investigación ” en EE.UU y el resto del mundo.
3) Nobel de Química Robert Lefkowitz y Brian Kobilka
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Un avance en los fármacos
Llevan décadas estudiando, en equipo y por separado, cómo las células reaccionan a los cambios de entorno para mejorar la eficiencia de los medicamentos. La Real Academia de Ciencias de Suecia les otorgó el galardón por sus descubrimientos revolucionarios, que revelan “el funcionamiento interno de una importante familia de receptores: los receptores acoplados a proteínas G”.
Alrededor de la mitad de los medicamentos logran su efecto a través de estos receptores, por lo que la descripción de su funcionamiento interno permite introducir mejoras en la elaboración de medicinas, agrega la argumentación del fallo.
Lefkowitz, nació en Nueva York (Estados Unidos) en 1943, se graduó en 1966 en la Universidad de Columbia y tras siete años como residente fue nombrado profesor asistente en el Centro Médico de la Universidad de Duke, en Durham, donde luego pasó ocupar las cátedras de Medicina y Bioquímica.
Kobilka nació en 1955 en Little Falls, en el Estado de Minesota, y en 1981 se doctoró en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale. Este científico, casado y con dos hijos, es catedrático de Medicina y de Fisiología Molecular y Celular en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California.
Se trasladó en 1989 a Stanford, donde ha continuado con sus investigaciones, aunque continuó trabajando en colaboración con Lefkowitz hasta 2003 en el Instituto Médico Howard Hughes, en Estados Unidos.