Un pequeño robot inspirado en el gecko, un lagarto capaz de adherirse a las superficies más lisas, podría ser enviado al espacio pronto para realizar reparaciones peligrosas en lugar de los astronautas, anunció la Agencia Espacial Europea (ESA) .
Las seis patas de esta máquina están cubiertas de microfibras especiales, un material adhesivo que imita los pelos de los que están dotados los geckos. Este material funciona perfectamente en las condiciones de vacío y temperatura similares a las del espacio, explicó la ESA en un comunicado.
“Este enfoque es un buen ejemplo de biomimetismo, que va en búsqueda de soluciones tecnológicas en la naturaleza”, explicó Michael Henrey, responsable del equipo a cargo del proyecto de la Universidad Simon Fraser, Canadá.
El extremo de las patas del gecko está recubierto por millones de pelos elásticos microscópicos dispuestos en un cierto orden, que le permiten explotar un fenómeno llamado: fuerzas de van der Waals.
Esta actividad, que consiste en una interacción eléctrica de intensidad débil entre moléculas, crea bajo las patas del lagarto una fuerza de compresión capaz de ‘pegarlo’ a un cristal o una superficie lisa vertical.
Los investigadores fueron capaces de construir un robot de 240 gramos, bautizado Abigail, cuyas seis piernas reproducen el mismo proceso.
Una serie de pruebas realizadas en los laboratorios de la ESA en Noordwijk, Holanda, mostraron que el robot funciona perfectamente en condiciones parecidas a las del espacio.
“Este éxito experimental significa que su despliegue en el espacio puede ser posible un día”, estimó Laurent Pambaguian, científico de la ESA asociado al proyecto.
El robot podría permitir a los astronautas evitar salidas de alto riesgo para las reparaciones u otras operaciones de emergencia fuera de la base.
En diciembre, dos astronautas estadounidenses tuvieron problemas cuando se aprestaban a arreglar la Estación Espacial Internacional.
Las seis patas de Abigail se mueven en cuatro direcciones, lo que permite al robot pasar sin caerse de una superficie plana a una pared vertical.
“Mejorar un equipo una vez que está en el espacio cuesta muy caro. La idea sería entonces comenzar por enviar un robot bastante generalista, que luego podría ser adaptado a través de actualizaciones informáticas”, explicó Henrey.