Hay pocos servicios en Internet que generen tal grado de interés e intensidad de uso como el microblogging Twitter. Y gracias al crecimiento que ha tenido desde su nacimiento en el 2006, una parte importante de los usuarios de Internet habla todo el día de Twitter; usa permanentemente el servicio; se obsesiona con la actualización de su perfil o con lo que sucede en su línea de tiempo.
No todos, claro, pero sí lo hace buena parte de los 146 millones de usuarios registrados, que debería tener el servicio a esta altura del año, si es que siguió creciendo a un ritmo de 300 000 nuevos usuarios por día desde mediados de abril, cuando tenía 105 millones de usuarios, según la compañía. No está cerca de los 500 millones de usuarios de Facebook, pero ya es un monstruo con vida propia.
Uno de los atractivos de Twitter es que el servicio funciona en forma abierta desde sus inicios, permitiendo que otros accedan a los servidores y a toda la información que contienen.
De hecho, el 75% de los usuarios usa esta red desde aplicaciones o sitios de terceros. Esta apertura, además, fomentó la creación de una gran cantidad de herramientas que buscan potenciar lo que un usuario puede hacer con Twitter.
Cuando el servicio nació, muchos usuarios se limitaron a compartir con otros sucesos cotidianos (“estoy esperando el autobús”; “salí del dentista”), pero esto se amplió a otros contenidos.
Permite compartir ideas e información con los demás, creando en el camino una suerte de mensajero en diferido en el que es posible consultar algo con amigos (‘followers’ o seguidores en la jerga ‘twittera’). Como en Facebook, otros usuarios amigos pueden responder a nuestra consigna e iniciar conversaciones.
Su uso es muy sencillo. La página de Twitter es minimalista. Arriba, la caja para escribir los textos de no más de 140 caracteres; abajo aparece lo que van publicando los usuarios que seguimos (following). En Twitter es posible seguir lo que hacen otros usuarios. También están los seguidores (según la jerga del servicio). No es necesario que la relación sea recíproca. Debido a la corta extensión de los mensajes, es importante conocer algunos términos para facilitar la comprensión de los mismos.
La sigla RT
Las siglas RT significan ‘re-tweet’, y esto a su vez quiere decir que el mensaje que está leyendo no es obra de quien lo publica, sino de otra persona. El que lo publica está replicando, repitiendo, retwiteando lo que escribió alguien más. ¿Quién es el autor? El usuario cuyo nombre aparece a continuación de las siglas RT.
Variación de RT
Existe un caso en que RT no significa re-tweet , y es cuando aparece al final del mensaje. En esa posición quiere decir que estamos pidiendo a nuestros seguidores que repliquen el mensaje. Esto fue muy utilizado durante la crisis política del 2009 en Irán, cuando el Gobierno bloqueó las comunicaciones con el extranjero.
Las ‘hashtags’
Cualquier cosa que empiece con un símbolo de numeral (#) es una hashtag o etiqueta. Sin embargo, el símbolo de hashtag puede usarse de forma irónica para convertir en etiqueta algo que definitivamente no lo merece. En este caso, quien utilizó este símbolo puede esperar que otras personas expresen su punto de vista sobre un tema.
Las lecturas
Que alguien publique una noticia aparecida en un diario o un blog no significa que necesariamente se adhiera a lo que allí se dice. Si vemos un artículo o un sitio web interesantes, tendemos a twitearlos. Eso no significa que los hemos escrito o creado ni que lo estemos promoviendo. Sólo estamos informando.
El signo @
¿Si mencionamos a alguien en Twitter, no usamos su nombre, sino su nombre de usuario en esta red social, si lo tiene. El nombre de usuario es el que empieza con la arroba (@). De esta forma, mencionamos a la persona, damos a conocer la forma de contactarlo en Twitter, y, de paso, ahorramos caracteres.
Abreviaturas
Las antiquísima tradición de las abreviaturas, que algunos puristas de la lengua condenan como otro de los males de la modernidad, son normales en Twitter. Subordinantes como que se convierten en q, o por en x, etc. No se debe olvidar que la persona debe limitarse solamente a 140 caracteres para cada ‘tweet’.
Emoticones
Los emoticones o signos que expresan una emoción son fundamentales en Twitter. Sin ellos, una frase irónica puede transformarse en insulto, y un requiebro, en ofensa. Si no conocen los básicos, el nuevo usuario puede pensar que se trata de un error de tipeo. Aquí van: sonrisa :), guiño ;), carcajada 😀 y confusión :S.
Links abreviados
Las combinaciones aparentemente azarosas que aparecen en algunos mensajes, precedidos de https:// son direcciones web acortadas. Por ejemplo, un servicio como Bit.ly ( https://bit.ly ) convertirá https://www.lanacion.com.ar/tecnologia (37 caracteres) en
https://bit.ly/bG4UK3 (20). Ahí se ‘ahorran’ 17 caracteres.
El reenvío
Las siglas CC significan ‘con copia’ y va seguido de un nombre de usuario. Se trata de una convención para notificar al receptor primario (el que aparece citado al principio del post) que queremos que alguien más preste atención al mensaje. Es otra forma de crear una cadena para difundir un contenido a muchas personas.
Alerta vía e-mail
Los usuarios que no quieran perderse ninguna respuesta pública a un texto propio (es decir, con el prefijo @usuario ) pueden ir al sitio twtmailer.com para recibir alertas vía e-mail. Otra herramienta muy atractiva está en www.twitoaster.com: agrupa respuestas de múltiples usuarios a un mismo ‘tweet’ en una sola página.