La aparición de nuevas amenazas informáticas obliga a las empresas de seguridad a rediseñar sus herramientas para proteger a empresas y usuarios domésticos. No es una tarea sencilla, lo admite Ricardo Villadiego, analista de la empresa Easy Solutions , especializada en soluciones de seguridad. Este especialista que estuvo en Quito, la semana pasada, advirtió que los antivirus no consiguen enfrentar a las innovadoras formas de ataque que han surgido en el entorno de Internet. Entre estas nuevas amenazas, están, por ejemplo, el ‘phising’ y el ‘pharming’. El primero es un tipo de fraude en el cual el estafador, también conocido como ‘phisher’, se hace pasar por una empresa, a través de una aparente comunicación oficial electrónica. De este modo, engaña al cibernauta para obtener información confidencial. El pharming es otra forma de ataque en el cual el pirata explota las vulnerabilidades de un software de los servidores o de los equipos de los usuarios.De este modo, el atacante puede redirigir un nombre de dominio a una máquina distinta. Los antivirus, precisa el especialista, son insuficientes para hacer frente a este y otro tipo de peligros, como el robo de identidad. Esta última amenaza pone en serio riesgo a los usuarios de las redes sociales. Los piratas también se aprovechan de la ingenuidad de los usuarios para extraer información valiosa. Los expertos lo llaman ingeniería social. Eso significa que el ciberdelincuente empleará, por ejemplo, el teléfono o Internet para engañar a la gente, fingiendo ser, por ejemplo, un empleado de algún banco o alguna otra empresa. Villadiego comenta que hace algunos años, los ‘hackers’ al vulnerar un sistema buscaban 10 minutos de fama y nada más. “Ese era su único propósito, pero hoy quieren obtener réditos económicos . En Internet hay mafias, muy peligrosas, que organizan ataques, a través de terceras personas”.