Tecnología con materia prima libre de conflictos bélicos

La producción responsable gana espacio en el terreno tecnológico: Intel y Apple dejarán de usar productos de países en guerra; también, un celular y un ratón hechos con materiales reciclados o de origen supervisado. Foto: Tomada de Fairphone

La producción responsable gana espacio en el terreno tecnológico: Intel y Apple dejarán de usar productos de países en guerra; también, un celular y un ratón hechos con materiales reciclados o de origen supervisado. Foto: Tomada de Fairphone

A partir del año que viene, el gobierno de EE.UU. obligará a las empresas de tecnología a que den a conocer el origen de las materias primas que utilizan para la fabricación de sus productos.

Esta imposición es factible que deje a muchas de las marcas más respetadas en un lugar un poco incómodo, ya que los minerales que muchas de ellas necesitan para fabricar sus teléfonos, sus pantallas o sus chips provienen de lugares en conflictos bélicos.

No es casual que alguno de los minerales más preciados para los fabricantes de productos electrónicos generalmente tengan como origen países pobres de África o Asia que se encuentran en guerra civil o enfrentados a alguno de sus vecinos.

El valor de esta materia prima es tan alto en el mercado internacional que es capaz de forzar viejas rencillas entre tribus o movimientos políticos enfrentados con tal de apropiarse de la explotación de esos minerales.

Frente a esta situación, algunas empresas formaron el programa Conflict-Free Sourcing Initiative que funciona como un sello de calidad que asegura que nada de la materia prima usada en la fabricación de productos electrónicos fue adquirida a países que se encuentren en medio de conflictos bélicos.

Este es el caso de Apple e Intel. El fabricante de microprocesadores publicó algunos días atrás una declaración en la que aseguró que dejará de utilizar materiales originarios de países en guerra. Lo mismo aseguró Apple, algunos días después. La empresa liderada por Tim Cook dio a conocer que está trabajando para, durante el 2015, ajustar su cadena de abastecimiento a este nuevo estándar.

Este tipo de iniciativas no sólo funcionan a nivel de política empresarial, también tienen impacto entre los consumidores. Unos entrepreneurs holandeses lanzaron a mediados de 2013 el Fairphone, un teléfono inteligente fabricado con materiales extraídos por minas ajenas a conflictos bélicos y donde los trabajadores tienen condiciones dignas de empleo.

El equipo, que cuenta con características técnicas iguales a las de cualquier smartphone de gama media, tuvo una adopción mayor a la esperada, y a un precio de mercado más que razonable. 

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