El epicentro del terremoto ocurrido en Ambato en agosto de 1949, que alcanzó una intensidad de 6,8 grados en la escala de Richter, estuvo localizado en la laguna de Pisayambo.
Es un lugar de intensa actividad sísmica, la mayor del país según lo revela un estudio de Liliana Troncoso, sismóloga del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
La zona sísmica donde está ubicada la laguna se extiende a Píllaro, en el sur y hasta Poaló, al occidente. Cubre casi toda la coordillera de Llanganates.
Los datos de su investigación muestran que en esta región se producen cerca de 400 sismos anuales, el 25% de toda la actividad sísmica de Ecuador.
Cada semana, el Geofísico registra un promedio de 30 sismos provenientes de esta zona.Hay semanas en que se producen 50. Un estudio desarrollado en esta zona, en 1990, planteaba la hipótesis de que una posible intrusión de magma -masa formada por las rocas fundidas de las zonas más profundas de la corteza terrestre- generaba los sismos”. A través de la investigación la especialista confirmó que esta no era la causa, sino una falla sísmica activa.
Viajó por tres ocasiones al lugar. Llevó estaciones sísmicas, baterías, paneles y todo el instrumental necesario para desarrollar la primera etapa de esta investigación. Para realizar su trabajo contó con la colaboración de sus compañeros Freddy Vásconez y Miriam Paredes.
Con ellos instaló una red de estaciones sísmicas cerca de los ríos Ana Tenorio, Negro Cumbijín y Baquerizo Moreno.
Troncoso precisa que el último sismo de magnitud en esta zona fue el 28 de marzo del 2004, que generó un sismo de magnitud 5,1 el cual provocó el cuarteamiento de las viviendas de adobe en la zona de Poaló, una población cercana a Pisayambo.
En las proximidades de la laguna está localizada la central hidroeléctrica de Pucará, una infraestructura que puede sufrir graves daños si se genera un sismo de magnitud. Este trabajo demandó horas de trabajo en el campo.
Una de las tareas consistió en enterrar los sensores sísmicos, instrumentos que permiten determinar la actividad de la zona. Los especialistas depositaron estos aparatos a la mayor profundidad posible para evitar que la actividad humana y los cambios de temperatura, los estropeen.
Uno de estos instrumentos fue ubicado en el kilómetro 57 de la vía que sale de Salcedo y se dirige hacia el Tena.
Los vulcanólogos llegaron hasta el final de la vía para ubicar el sensor en el río Ana Tenorio.
El objetivo era rodear toda la fuente sísmica con sensores, porque de esta manera, los expertos pueden localizar mejor los movimientos telúricos.
El próximo año, el Instituto planea instalar más aparatos para completar el estudio.
Los especialistas necesitan conocer mejor esta zona, porque se pueden generarse sismos de gran magnitud, como el que sacudió a Ambato, Pelileo, Píllaro, Guano y Salcedo en 1949.