La respuesta no llegó, pero las reacciones a los inconvenientes que el sábado 22 de febrero tuvo WhatsApp siguieron ayer.
Algunos usuarios sugirieron que Facebook compró la empresa “solo para cerrarla”. Pues la semana anterior la red social adquirió esta plataforma por USD 19 000 millones.
En Ecuador, una vez reestablecido el servicio, los usuarios utilizaban WhatsApp a medias.
Las quejas en las redes sociales daban cuenta de problemas para enviar fotografías o los mensajes tardaban en llegar.
Diarios digitales de España como ideal.es dijeron que los clientes de países como Estados Unidos, Ecuador o Argentina también notaron la caída del servicio de mensajería.
Lo único que la plataforma se limitó a decir durante el percance fue: “perdón, actualmente estamos experimentando problemas con el servidor. Esperamos volver y recuperarnos pronto”.
Cuatro horas después tuiteó: “El servicio fue restablecido. Lamentamos el corte”. Ayer, hasta el cierre de esta edición, la aplicación no daba a conocer las razones de las fallas.
Este problema fue aprovechado por Telegram, otra herramienta de mensajería instantánea que nació en agosto del 2013. En su cuenta de Twitter, representantes de esta herramienta publicaron que tras este hecho, más de 1,8 millones de personas se descargaron su aplicación.
Según sus declaraciones, esto obligó a sus desarrolladores a montar más servidores para dar cabida a la demanda. Pues resgistró una sobrecarga en su sistema, tras haber recibido 100 nuevos registros cada segundo.
Al momento se han identificado cinco herramientas que tienen un mercado que suma 1 170 millones de usuarios. WhatsApp, Line, Viver, Telegram y BBM son las que prefieren los internautas móviles a la hora de enviar mensajes.
Los mensajes envíados en línea comienzan a reemplazar, al menos en parte, a los SMS de las operadoras de telecomunicaciones tradicionales. Este es un mercado de miles de millones de dólares en el mundo.