La libertad es un derecho que debe ser manejado con mucha responsabilidad. Se debe empezar entendiendo que los derechos de una persona terminan donde empiezan los derechos de los demás. A partir de la aceptación de esta filosofía de vida, se podrá empezar a manejar la libertad individual sin caer en el libertinaje. Como profesor universitario uno tiene la oportunidad, casi única, de poder seleccionar una línea de desarrollo, de investigación. Esa libertad, sin embargo, debe ser contrastada responsablemente con las necesidades de nuestros conciudadanos, aquellos que, al final, han contribuido de alguna forma a nuestra formación. De esa manera, al mismo tiempo que he ejercido mi libertad de decidir el campo al que dedicaré mis mejores esfuerzos. Toda actividad investigativa requiere de recursos, no es suficiente el entusiasmo. Si las entidades gubernamentales no apoyan las iniciativas, todo queda truncado.
Así me he sentido a veces y eso revela que la falta de recursos limitan esta libertad.