El estereotipo de la tía que no se ha casado, que nunca atinaba con el regalo ideal para sus sobrinos quedó para la historia.
Ahora evolucionaron como ‘supertías’ o Panks, una tía profesional sin hijos (Proffesional Aunts No Kids, en inglés), con licencia para engreír y consentir a los sobrinos.
El perfil de las Pank es claro: son mujeres que dieron prioridad a su formación profesional antes que ser madres o esposas, con carreras exitosas y trabajos estables, que tienen -lógicamente- sobrinos y una buena posición -económica y emocional- para brindarles ayuda.
Son un apoyo para la madre, con cualidades de consejera, confidente, hasta hadas madrinas. Ethel es una tía Pank. Es adorada por sus sobrinos, en especial por los más pequeños.
Tanto es así que ya han pasado varios días desde su último encuentro y Enma, de 10 años; y David, de 3, reclaman a gritos una salida con su tía.
“Ya concretamos una cita para fines de este mes. Vamos al cine o de paseo. Intento no ser tan consentidora con ellos, en especial con las golosinas que les encantan”, cuenta esta profesora de 46 años. Ethel es soltera y se siente orgullosa del afecto de sus sobrinos, siete en total. “Aunque hay unos que son más afectivos que otros”.
El término Pank surgió hace unos tres años. Pero hoy está ganando fama gracias a investigadores de mercado y publicistas en Estados Unidos, que han puesto la mira en ellas para diseñar desde ropa y juguetes para sobrinos ‘adorados’, hasta parques de diversiones, restaurantes y paquetes vacacionales exclusivos para tías.
Un estudio de la firma Weber Shandwick revela que solo en EE.UU., una de cada cinco mujeres es una tía Pank. La cifra representa, aproximadamente, 23 millones de estadounidenses. Ellas pueden gastar entre USD 380 y 500 al año en sus sobrinos, como indica este informe de mercadeo.
La investigación, que también contó con el respaldo de KRC Research, detectó que siete de cada 10 Pank se consideran un modelo para los niños.
Además, indicó que en un 36% de los casos los pequeños se acercan a ellas para pedir consejos de moda y tendencias.
Estos niños no son necesariamente solo sobrinos; el grupo también abarca a aquellas mujeres que tienen un vínculo espacial con sus ahijados o hijos de sus mejores amigos.
Incluso hay redes sociales específicas para las Pank. Una muestra es Savvy Auntie, portal en el que comparten experiencias, consejos de actividades, hasta listas con los juguetes y ropa que estén de moda.
Mishell tiene 33 años y una licenciatura en Sistemas de Información. Es ejecutiva en una empresa y de lunes a viernes usas sus zapatos de tacón, su pulcro uniforme y un sutil maquillaje. Pero los fines de semana se equipa para recibir a sus sobrinos: Álex de 10 años, Paola de 5 y el más pequeño, Luis, de solo 2 años. Los cuida y consiente mientras su hermano y cuñada trabajan.
“Vamos a la iglesia, almorzamos juntos y hasta de compras. Nos llevamos bien y conozco sus gustos; también cómo controlarlos”, dice sonriente. Y sí que los conoce bien: sabe que a Paola le encantan las Barbies, que Álex prefiere los juegos de computadora y que Luis, después de un baño tibio, reclama su biberón.
Mishell es de esas tías que organiza cumpleaños para sus pequeños. Que ven algo en una vitrina y lo compra para sus sobrinos. Que para la Navidad se transforma en Papá Noel. “Les compro dos o más regalos a cada uno; eso sí, soy equitativa con ellos”, asegura.
En Ecuador hay más mujeres solteras que casadas. Un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revela que en el país hay 7 829 061 mujeres, el 50,4% de la población total. El 39% está soltera (373 126) versus el 32% de casadas. Las cifras además evidencian que las solteras -en su mayoría de entre 25 y 44 años de edad- se sienten satisfechas con su vida con una calificación de ocho puntos sobre 10.
Para la sicóloga Paquita Brito, el rol de la tía que cuida y protege no es nuevo; simplemente hoy es más visible. Y pone como ejemplo a ‘La tía Tula’, novela que Miguel de Unamo escribió en 1907, que ejemplifica la vida de Gertrudis, una mujer que vio nacer a sus tres sobrinos. Se mantuvo al cuidado de ellos después de la muerte de su hermana, pero solo nació para ser tía y no para tener hijos de carne.
“Ese rol de protección ha sido de toda la vida. Es solo que ahora las mujeres tienen muchas metas, quieren realizarse como personas y tener hijos ahora ha pasado a segundo plano. La mayéutica o el dar a luz ahora abarca otras áreas: se puede dar a luz escribiendo un libro o trabajando”.
Hollywood también tiene sus tías Pank, como Cameron Díaz. La actriz estadounidense no tiene hijos, pero ha admitido públicamente que consiente, especialmente con grandes regalos, a sus tres sobrinos.
Otro caso es el de la actriz de la serie ‘Friends’, Jennifer Aniston, de 44 años. Ella es la madrina de Coco Arquette, la hija de su amiga y coestrella en la serie, Courtney Cox.
Este tipo de casos son también una realidad en el país. María Leonor, de 22 años, es la madrina del hijo de su mejor amiga. Pero no lo ve como un ahijado; por el gran vínculo afectivo, es su sobrino. “Lo engrío, lo visito. Soy su tía, en definitiva”.
En contexto
El término Pank tomó fuerza en el 2011, de la mano de estudios de mercado. Un poco antes, en el 2008, se creó el primer portal en Internet especializado en tías: SavvyAuntie.com. Las Pank no solo podrían ser tías; también hay espacio para madrinas, primas mayores…
EL DATO
9 billones gastan al año todas las tías Pank en sus sobrinos, según estudios realizados en EE.UU.