Sonrisas con Corazón, en Atucucho. Foto: Alfredo Lagla
Las fundaciones y diferentes grupos de ayuda aprovechan la Navidad, para llegar al corazón de las personas y pedir su apoyo, para recaudar fondos y donaciones que servirán en los festejos de fin de año o para cubrir las necesidades cotidianas.
Carla Moscoso lidera el grupo Sonrisas con Corazón, que crea eventos espontáneos en barrios pobres de Quito, para compartir alimentos con los más necesitados. Moscoso trabaja en una empresa de cáterin y desde hace tres años trabaja como voluntaria en La Caleta, entregando los alimentos que ya no tendrán uso en su trabajo y jugando fútbol los fines de semana con los chicos de esa fundación.
Sin embargo, decidió recanalizar su trabajo, pues La Caleta recibe constantemente ayuda de diferentes grupos, mientras que hay personas en situación de calle o en extrema pobreza que no reciben ningún tipo de atención.
El martes visitó, junto con otras 10 personas, San Jacinto de Atucucho para compartir sánduches, bebidas, regalos y para escuchar las necesidades de ese barrio del norte de Quito. Después de conocer algunas de sus necesidades, planean hacer una segunda visita para relacionarse con más gente de la comunidad y ayudarles a gestionar soluciones para que puedan vivir mejor.
En esta temporada, las fundaciones también realizan eventos para que la gente se involucre en las causas. La Fundación Esperanza trabaja en la promoción y restitución de los Derechos Humanos, en conflictos de movilidad humana. Este sábado 19, se realizará un concierto benéfico para recoger fondos para la casa de acogida.
Koya Shugulí, directora de comunicación y captación de fondos, fue la encargada de realizar el Musicton 2015. Inicialmente se había planteado el evento para cuatro bandas, sin embargo, se sorprendió pues mucha gente se sumaba a esta iniciativa. Ocho artistas están en el cartel del evento que se realizará en La Aldea Pub y que se iniciará mañana, a las 19:00.
Shugulí es parte de la Fundación Esperanza desde octubre, pero ha realizado voluntariado por más de cinco años. Fue voluntaria para Un Techo para Mi País y trabajó junto con grupos de lideresas barriales. Para ella, la Navidad, a pesar de ser una celebración con muchas connotaciones culturales, cobra sentido cuando se comprueba la solidaridad de las personas al preocuparse y compartir con los más necesitados.
Durante su participación en Techo, visitaba cada año las comunidades en las que esta organización realiza sus proyectos. Organizaban eventos junto con la comunidad, con el objetivo de que los miembros sean protagonistas de los buenos momentos. Se realizaban festivales de música, juegos para los niños, danzas tradicionales y otras actividades. El objetivo, dice, es compartir, mas no entregar limosna.
A medida que se acerca la Navidad, los eventos benéficos se multiplican. La Fundación Casa Mis Sueños visitará el Centro Juvenil Virgilio Guerrero para compartir una cena navideña con un centenar de chicos. Esta es una actividad que han concretado durante seis años y para la que han contado con el apoyo de la comunidad.
La iglesia Comunidad de Fe (San Carlos) está recibiendo hasta hoy juguetes nuevos que serán entregados en un agasajo a
3 000 niños en todo el Ecuador. El Ministerio Rompiendo Fronteras también celebrará junto con los más pequeños, en Pomasqui. 700 niños serán beneficiados el sábado 26, con música, juegos y regalos.