Hugh Jackman regresa al cine musical, en el papel de un hombre en busca de su sueño.
Phineas Taylor Barnum fue el fundador de Barnum & Bailey Circus, un show circense que llegó a ser conocido como ‘El mayor espectáculo del mundo’. Un emprendedor humilde que nunca desistió de su objetivo a pesar de las críticas y los prejuicios.
El mismo espíritu de riesgo, perseverancia y compromiso rodea la producción de ‘El gran showman’, desde sus preparativos, cuando Michael Gracey aceptó el reto de debutar en la dirección, con un género de delicado balance como el biopic y al que se suma el musical, como un componente de tratamiento y montaje especial.
Una empresa de riesgo en la que un actor con la versatilidad de Hugh Jackman se convertiría en el mejor inversor y protagonista, en uno de los últimos filmes del año en las carteleras nacionales.
Previo al rodaje y contagiado por la expectativa del filme, el actor australiano no se pudo contener y terminó protagonizando un número musical durante una presentación para los productores que patrocinarían la cinta ‘El gran showman’.
Un acto impulsivo, que contravenía la recomendación médica que le prohibía cantar mientras se recuperaba del cáncer de piel que lo afecta, pero que confirmó el compromiso del actor, por encarnar a un hombre que asume el riesgo y la constancia como principios de vida.
Video: Youtube, canal FilmSelect Español
El guión firmado por Jenny Bick (‘Sexo en la ciudad’) y Bill Condon (‘Chicago’) lleva la historia a los EE.UU. de mediados del siglo XIX, cuando P. T. Barnum acaba de perder su trabajo, por la bancarrota de la empresa en la que trabajaba.
Pero su deseo de superación y una idea que germina a partir del deseo de una de sus hijas lo llevan a invertir todo su capital en un teatro y el montaje de un show completamente nuevo, para el que recluta a un grupo de artistas y personajes con cualidades únicas.
La mujer barbuda (Keala Settle), un acróbata (Yahya Abdul-Mateen II), el enano Tom (Sam Humphrey), el hombre más gordo del mundo (Daniel Everidge), el más fuerte (Timothy Hughes) o el más alto (Radu Spinghel), se convierten en las estrellas de un show al que se acude -en muchos casos, al igual que al cine– por el placer de ser engañado y que incluso aprovecha las malas críticas de los medios, para atraer a todo tipo de espectadores.
Pero la biografía de Barnum parece solo un pretexto para poner en escena una historia sobre la lucha por alcanzar un sueño, edulcorada, eso sí, con un atractivo despliegue coreográfico, al compás de una banda sonora de ritmos contemporáneos y juveniles.
Premisa reforzada por la presencia de estrellas juveniles como Zack Efron y Zendaya, herederos del TV show musical, quienes protagonizan una subtrama romántica que oxigenan la principal línea argumental y al que se suman pequeños dramas, que se quedan en la superficie, dejando al filme estancado en la moraleja musical y el brillo del show de baile.