Cuando el sexo se convierte en otro punto de la lista de pendientes

Con las numerosas ocupaciones y tareas que tienen las mujeres hoy en día, el sexo termina por convertirse en una obligación más. Foto: Archivo EL COMERCIO

Con las numerosas ocupaciones y tareas que tienen las mujeres hoy en día, el sexo termina por convertirse en una obligación más. Foto: Archivo EL COMERCIO

Con las numerosas ocupaciones y tareas que tienen las mujeres hoy en día, el sexo termina por convertirse en una obligación más. Foto: Archivo EL COMERCIO

Hay mujeres que se quejan de las permanentes insinuaciones que sus parejas les hacen sobre el sexo a diario. Como lo expone Bell Haved, sexóloga y terapeuta de parejas, esa clase de mujer seguramente trabaja, estudia, lleva y trae hijos de la escuela y, por tanto, muchas veces está agotada.

Así que cuando su pareja le envía un texto pidiéndole encontrarse en casa al medio día para un “sexo rápido”, ella comienza a sentirse muy molesta. Lo peor de esto es que el sexo para ella se está convirtiendo en tarea obligada.

Las madres con niños pequeños suelen sentirse relacionados con algo así. Después de un día súper atareado cuidando a los hijos, su agotamiento no tiene límites y que un adulto exija tanto como si fuera también una criatura, hace que se sientan incomprendidas.

Según Haved, esto como muchas otras cosas es un tema de falta de comunicación. “Si tuviera que dar seminarios para hombres sobre cómo conseguir que sus parejas les complazcan permanentemente en el campo sexual les diría: “Primero ayúdenles con sus tareas caseras y en muchos casos también con su trabajo extra, no se pide esto por falta de habilidad, es un intento por hacerles ver que el día solo tiene 24 horas para que hagamos todo lo que tenemos que hacer, así que siempre es necesario algo de ayuda de parte de la persona con la que compartimos la vida”.

Con el paso de los años hay otras razones para ese agotamiento doméstico y, lo más grave de todo es que muchas veces, estas discrepancias suelen llevar a que las parejas se encuentren con una mujer más joven, sin complicaciones ni tareas caseras dispuestas a darle todo su tiempo a ese hombre que se queja de que su mujer ya no le entiende ni le atiende como en el pasado.

Cómo hablar con él al respecto

Si necesita abordar este delicado tema con su pareja, tenga muy en cuenta el ego masculino y no le critique. La próxima ocasión en que se presente este dilema dígale algo como “Te amo, y me encanta tener sexo contigo, pero estoy agotada ¿te importaría hacer la cena, bañar a los niños y darme una noche libre de tareas, luego un masaje en la espalda o traerme una copa de vino al dormitorio para saborearlo antes de que nos acostemos?”

Tenga paciencia y esté preparada para repetir este pedido más de una vez porque seguramente su pareja necesitará más de una insinuación para comprender los motivos de su actitud, pero si sigue usando esta estrategia a menudo, muy pronto él aprenderá que una mano de ayuda y un gesto amable equivalen a un encuentro sexual igualitario y fenomenal.

Suplementos digitales