El Colegio Vicente Rocafuerte, de Guayaquil, fue una de las 267 sedes habilitadas por la Senescyt. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Madre e hijo se plantearon la Ser Bachiller como un desafío. Clara Changuán era una adolescente cuando no logró pasar un preuniversitario en Ingeniería Comercial. Tras 21 años, su hijo Abel Huayamave tampoco pudo entrar a una carrera de Contabilidad. Le faltaron seis puntos para alcanzar los 700.
“No estudió lo suficiente. Me dice que la prueba era difícil, así que me inscribió para que lo comprobara”. Ayer, Changuán, de 38 años, daba su último repaso antes de entrar al Colegio Vicente Rocafuerte, en Guayaquil.
Esta es una de las 267 sedes habilitadas por la Secretaría de Educación Superior (Senescyt), en Guayas. Si bien esta fase de Ser Bachiller tiene un mayor peso en el ciclo Sierra, existe una alta demanda en la Costa, en especial entre quienes repiten el examen.
Son 48 627 aspirantes de la provincia, graduados en años anteriores, que van por su segundo o tercer intento. Para Joselyn Corral esta es la tercera vez. En anteriores intentos no ha pasado de 660 puntos y no le alcanzaron para estudiar Enfermería.
En el país hay 292 000 inscritos. El 56% repite el examen. Entre ellos están los de Guayas que, con Los Ríos, Santa Elena, Bolívar y Galápagos, suman 62 177.
María José De Luca, coordinadora de la Senescyt en las zonas 5 y 8, indica que esta cifra responde a una mayor competencia entre los evaluados. “En mayo del 2012, el promedio de Guayas era de 622. En marzo del 2017 subió a 697. Se preparan mucho más”.
Pero más allá de la nota, De Luca explica que se analizan ciertos ajustes al proceso de ingreso, enfocados en fortalecer la orientación vocacional en el colegio, revisar los cursos de nivelación en universidades y promover otras carreras no tradicionales
El test mide conocimientos verbales, matemáticos, científicos, sociales y abstractos. Changuán no estudió mucho química, pero no esquivó el reto de su hijo. “Quisiera estudiar Enfermería”.