Los saraguros ya preparan la celebración de la Navidad

Salvador Quishpe (centro) es el prioste principal o marcataita de los festejos de Navidad, en Saraguro. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

Salvador Quishpe (centro) es el prioste principal o marcataita de los festejos de Navidad, en Saraguro. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

Salvador Quishpe (centro) es el prioste principal o marcataita de los festejos de Navidad, en Saraguro. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

La cera labrana es el ritual de elaboración de las velas para Navidad en el pueblo indígena de Saraguro. Es una tarea exclusiva de los guiadores, quienes mantienen esta tradición desde hace más de 50 años.

En Saraguro, la Navidad representa el sincretismo entre el nacimiento de Jesús y la germinación de las semillas, que sucede desde el 21 de diciembre. La fiesta, que se extiende hasta el 6 de enero, busca la solidaridad y reciprocidad.

La elaboración de las 72 velas se realizó el pasado 18 de noviembre, en la casa de Jorge Quishpe, en la comunidad de Ilincho. Estas se usarán para adornar la iglesia de Saraguro y el altar de la casa del marcataita y marcamama (priostes).

En esta vivienda será venerada la imagen del Niño Jesús y habrá procesiones con los denominados juguetes de la Navidad, que son los sarawis, wikis, osos, paileros, músicos, leones, entre otros personajes.

Los seis guiadores de este año recibieron dos quintales de residuos de cera obtenidos en las iglesias. Además, un rollo de piola, medio quintal de limones y una funda de detergente. También, 5 litros de chicha de jora para que compartan mientras trabajan en minga y en gratitud al trabajo. Fueron entregados por el marcataita Salvador Quishpe.

En la víspera, los guiadores Manuel Japón, Miguel Puchaicela y Manuel Cartuche elaboraron el tactec, que es una herramienta de madera similar a un telar, que sirve para entrelazar la piola.

En cambio, los otros guiadores: Francisco Macas, Celestino Quishpe y Manuel Lozano prepararon la cera. En una tulpa (fogón) con parrilla y leña colocaron dos grandes pailas donde iban derritiendo la cera. Cuando estuvo líquida, agregaron el jugo de limón y el detergente. Su intención fue limpiar las impurezas y blanquearla.

Cuando la cera estuvo lista, los guiadores sostuvieron la piola de 90 cm de largo e hicieron caer la cera líquida. De esta manera formaron la vela. “No fue un trabajo sencillo, porque demanda precisión”, dijeron los indígenas.

“Los guiadores heredamos la técnica por la sabiduría de nuestros mayores”, dijo Asunción Japón, de 60 años, quien desde hace una década participa en esta tradición. “Nuestra tarea es apoyar al marcataita en todas las actividades”.

Desde hace cinco meses, ellos empezaron a conseguir la leña para preparar los alimentos durante todos los días de fiestas. Entre el 23 y 26 de este mes está previsto sacrificar 15 vacas, más de 500 cuyes y cocinar mote y papas para compartir con los asistentes a los festejos de Navidad.

Los guiadores también están encargados de los protocolos, como vestir al prioste, organizar las eucaristías, ubicar a los personajes y juguetes de la Navidad y estar pendientes de los invitados. También, de los ensayos de música y danza.

Por ello, mientras elaboraron las velas, también estuvieron pendientes del almuerzo comunitario en la casa del marcataita.

Otros indígenas arreglaron y adecuaron un amplio espacio que servirá de cocina durante los festejos. “Para nosotros, la Navidad representa solidaridad y reciprocidad”, dijo Clementina Vacacela.

Desde hoy empieza una intensa agenda, como el chaki rikuna, que es la reunión del prioste con toda su comitiva para ultimar los detalles. Además, el chaki rikuchima -que son los ensayos de las danzas- y el chaki mikuna -que es la preparación de la miel-.

Todas las comunidades indígenas participan en los preparativos y actividades. Durante los desfiles religiosos-culturales, que se realizan por las calles céntricas de Saraguro, se unen los mestizos y turistas.

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