Santa Rosa, en Esmeraldas, conserva su centro ceremonial

Una de las ventajas de esta población es ser la primera comunidad indígena que se encuentra a  media hora de la población de Borbón.

Una de las ventajas de esta población es ser la primera comunidad indígena que se encuentra a media hora de la población de Borbón.

Una de las ventajas de esta población es ser la primera comunidad indígena que se encuentra a media hora de la población de Borbón. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Sobre la proa de una canoa, un hombre viaja observando los atractivos del río Cayapas, mientras una mujer rema para llegar al pequeño puerto de la comunidad de Santa Rosa. A lo largo del afluente, mujeres indígenas lavan su ropa mientras las embarcaciones de madera se acercan a las casas.

La comunidad de los éperas se asienta en el margen del río Cayapas, desde donde se observa un manchón verde que cubre las casas de madera. Desde hace un año, los habitantes indígenas se han organizado para impulsar su cultura a través del turismo comunitario, que muestra la reserva de bosque y el trabajo artesanal.

La idea de dar a conocer sus atractivos ha tenido la participación de la Prefectura de Esmeraldas, que ha promovido encuentros entre los miembros de la misma nacionalidad para fortalecer su cultura.

Eduardo García
, director de Cultura de la Prefectura de Esmeraldas, explica que se han realizado talleres de empoderamiento de sus tradiciones. Una de las ventajas de esta población es ser la primera comunidad indígena que se encuentra a media hora de la población de Borbón.

Mientras se arriba a puerto, se observan las casas de caña con techos de rampira, y un puente que conduce del área fluvial a la parte firme, donde los habitantes éperas realizan actividades de campo.

Dícimo Rangel, técnico en forestación, explica que esta población, que no supera los 300 habitantes, utiliza la caña guadúa y la madera que obtiene de los bosques. Una de las particularidades es que la comunidad ha sido concienciada sobre el cuidado del medioambiente, para convertirse en una comunidad ícono en el cui­dado ambiental.

Silvio Chiripúa, habitante de esta población, señala que tienen mucho para mostrar a los turistas. Por eso dan a conocer las construcciones de sus casas con técnicas ancestrales. Esos detalles se trabajan en la propuesta de promoción turística que se hace en la población de Borbón, adonde llegan ­extranjeros que viajan para conocer más de las tres nacionalidades (Cayapas, Éperas y Awá) y un pueblo (Afro), que se asientan en el Cayapas.

Uno de los sitios que más llama la atención a los turistas es el centro ceremonial, construido hace más de tres décadas y donde realizan actividades culturales. Su estructura es de madera y es muy espacioso, tanto que alberga a toda la comunidad que celebra sus ritos matrimoniales y la fiesta a sus santos, como Santa Rosa.

Como parte de su exposición cultural, también enseñan su baile y el toque de la marimba y el bombo. La propuesta de los indígenas es lograr establecer un ‘tour’ que parta desde la población de Borbón, visite la comunidad de Bella Aurora y termine en Santa Rosa.

En esta última población se realizarán recorridos por los senderos y se podrán degustar las pandas de pescado que ahí se elaboran, con las sal­monetas que se pescan en el río Cayapas.

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