En Estados Unidos acaba de ser aprobada una píldora que permite combatir de forma más rápida y segura la hepatitis C, enfermedad que puede causar la destrucción del hígado, pero su costo puede provocar dolor de estómago: mil dólares cada píldora, para un tratamiento de una al día.
El Food and Drug Administration (FDA) , ente estadounidense para el Control de los Fármacos, aprobó una píldora que vale mil dólares cada una, y que se debe tomará al menos una al día.
El medicamento, basada en una molécula particular y la combinación con otros remedios ya existentes, se denomina Sovaldi.
La hepatitis C es una enfermedad infecciosa del hígado, que puede llevar a la cirrosis y al cáncer de hígado, y afecta cada año a entre tres y cuatro millones de personas en Estados Unidos. La mayoría de ellos ni siquiera sabe que está infectado.
Hasta el momento, la hepatitis C es tratada con inyecciones de interferone, que puede en general provocar efectos secundarios. Además, el tratamiento puede llegar a durar hasta un año de terapia, con inyecciones semanales.
El fármaco aprobado por la FDA fue realizado por la Gilead Sciences (con sede en California) , y puede ser usado tomando una píldora al día, por al menos 12 semanas. El tratamiento total tiene un costo de alrededor de USD 84 000.
“Hoy dimos un paso adelante fundamental para el tratamiento de la hepatitis C, abriendo el camino a nuevas posibilidades de detener la difusión de este virus y sus graves consecuencias” , aseguró John Ward, director de la División Hepatitis del Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Atlanta (Georgia) .
Según los expertos, Sovaldi permitió la cura del 90 por ciento de los pacientes durantes las pruebas realizadas, en apenas 12 semanas.
Los médicos recordaron que los síntomas de la hepatitis C pueden aparecer hasta en dos o tres décadas después de infectarse.
El doctor Donald Jensen, de la Universidad de Chicago, se manifestó optimista sobre el Sovaldi, y recordó que alrededor de 15.000 personas mueren cada año en Estados Unidos por ésta enfermedad.
“Espero que estas terapias nuevas y menos tóxicas hagan que más gente se examine y que más profesionales del cuidado básico hagan pruebas a sus pacientes sabiendo que la terapia será más sencilla y efectiva” , dijo Jensen.