Mitos y leyendas de la limpieza facial

Imagen tomada de la cuenta de Rihanna en Twitter @rihanna

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Sobre la belleza y cómo potenciarla hay cientos de mitos que no siempre se ajustan a la verdad. Mitos que conviene desentrañar para sacar el mayor partido a los productos que aplicamos sobre el rostro.

La limpieza facial es uno de los rituales nocturnos que no se deben pasar por alto, incluso en un día en el no se haya maquillado. Respecto a este proceso circulan verdades y mentiras que es necesario desvelar para no cometer errores.

En uno de sus manifiestos de belleza, Garnier advierte que eliminar el maquillaje es un paso esencial en la rutina diaria de belleza para “mantener la juventud y la frescura de la piel”.

Leonor Prieto, directora científica de los laboratorios La Roche-Posay, explica que existe un amplio listado de “verdades y mentiras sobre la limpieza facial”, que convierten a este ritual en un escollo para la hidratación, de ahí que se haya propuesto desvelar algunas claves de este proceso.

Prieto asegura que el limpiador debe de estar formulado para respetar la integridad de la piel, eliminar las impurezas, las células muertas y respetar el manto ácido y el equilibrio fisiológico de la piel.

  • Limpiador suave

“Lo más importante es que el producto sea un limpiador suave, con elementos calmantes, y debe estar formulado para aplicarse sin agredir a la piel, de forma que las impurezas se eliminen sin frotar”, señala Prieto, quien añade que es falso que las pieles sensibles no deban abusar de este tipo de productos por temor a una mayor irritación.

La experta advierte que es bueno utilizar, incluso dos veces, un tónico tras la leche limpiadora, pues juega un doble papel: elimina los restos de la leche y proporciona luminosidad, suavidad, frescor, calma y vitalidad.

Los más acertados para las pieles grasas son los que llevan alcohol, aunque en una cantidad pequeña. “Hay que elegir el más adecuado al tipo de piel”, y recomienda, en el caso de pieles sensibles, las aguas termales.

Prieto desmitifica el hecho de que las leches limpiadoras favorezcan la aparición de granos. Cuando la piel tiene acné, recomienda una “limpieza al agua”, geles espumantes o espumas que se eliminan con agua y dan sensación de pureza y frescor.

Mónica Pueyo, directora de comunicación de Garnier, recomienda para pieles secas y sensibles la gama de color rosa de Skin Natural y sus suavizantes extractos de cereza. Para piel normal a mixta aconseja la gama azul, con “refrescantes extractos de la flor de loto”.

  • Limpieza eficaz

Leonor Prieto descarta el uso de exfoliantes para las pieles grasas, pues “las daña en profundidad”, aunque una vez por semana recomienda un “exfoliante mecánico” para dejar la piel más suave y lisa: “Lo importante es que arrastre las células muertas de forma eficaz, pero no agresiva”.

Precisamente, una limpieza es eficaz cuando el algodón sale completamente limpio. Para desmaquillar, cuanto menos agua, mejor, y en esos casos lo aconsejable es agua tibia. “Solo hay que mezclar con agua los productos limpiadores que así lo indiquen”.

La directora científica de La Roche-Posay explica que las toallitas limpiadoras no resecan la piel, aunque no cumplen plenamente su función, ya que “no contienen muchos elementos limpiadores” por lo que la limpieza no llega a ser completa. “Son recomendables en casos puntuales”, aunque las excluye para pieles sensibles.

Pueyo indica que pensando en las mujeres que quieren simplificar su rutina diaria proponen Agua Micelar Limpiadora, un producto multitarea que elimina el maquillaje, limpia y suaviza. Todo en uno.

  • Consejos

Es bueno utilizar, incluso dos veces, un tónico tras la leche limpiadora, pues juega un doble papel: elimina los restos de la leche y proporciona luminosidad, suavidad, frescor, calma y vitalidad.

Las toallitas limpiadoras no resecan la piel, aunque no cumplen plenamente su función, ya que no contienen muchos elementos limpiadores por lo que la limpieza no llega a ser completa.

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