Investigadores cubanos prueban vacuna para tratar el cáncer

Examen de papanicolao necesario para detectar el cáncer de cuello de útero. Foto: Archivo EL COMERCIO

Examen de papanicolao necesario para detectar el cáncer de cuello de útero. Foto: Archivo EL COMERCIO

Investigadores cubanos desarrollan “nuevos métodos” para tratar a los pacientes con cáncer avanzado, que incluyen una vacuna terapéutica exitosa en el país y que será sometida a un ensayo clínico en Gran Bretaña.

La vacuna terapéutica CIMAvax-EGF es descrita por los científicos cubanos como única en el mundo y se aplica en tratamientos del cáncer de pulmón de células no pequeñas. Fue desarrollada por el Centro de Inmunología Molecular (CIM).  

La investigadora clínica, Zoraida Acosta, citada por la prensa local, dijo ante un taller científico que se hicieron ensayos fase I y III sobre pacientes cubanos con cáncer en etapas avanzadas.

Se lograron “sobrevidas” de hasta 48 meses y una mejor calidad de vida para esas personas. Fuentes del Centro mencionado, en La Habana, divulgaron que sobre la CIMAvax-EGF se harán ensayos clínicos en Londres, próximamente tras la aprobación de la Agencia Reguladora del Reino Unido.

La industria biotecnológica de Cuba tiene ya una amplia proyección internacional. Sus productos se han aplicado en países europeos y sudamericanos, y últimamente concertó acuerdos importantes de desarrollo conjunto con Brasil y China.

En cuanto al cáncer, ese sector prioriza su atención a pacientes cubanos, cuyo número está en ascenso, según estudios médicos, que estiman que unos 18 000 cubanos mueren cada año a causa de esa enfermedad y otros 28.000 enferman en el mismo lapso.

De acuerdo con esos estudios el alcoholismo y el tabaquismo  son dos grandes problemas de salud y también sociales en el país los que también tienen una mayor incidencia en la aparición del cáncer.

Las autoridades sanitarias hacen énfasis en campañas contra la obesidad, la diabetes y la hipertensión, por considerarlos “factores de riesgo” aunque “no directamente desencadenantes del mal”, según criterios de especialistas.

Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, entidad oficial, en 2007 la incidencia nacional de cáncer estaba ya  aumentando, con provincias en las que los tumores malignos constituían la primera causa de muerte, por encima de las enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares.
La investigadora clínica Acosta, en una conferencia la semana pasada, aseguró que el cáncer avanzado debe ser considerado una  enfermedad crónica, incurable, pero controlada. Llamó a “un  cambio en el paradigma y enfoque de esta dolencia”.

La  especialista dio gran valor a las terapias basadas en productos biotecnológicos, o sea anticuerpos monoclonales y vacunas.
 
En ese campo, agregó que los tratamientos se enfocan “hacia la especificidad, larga duración, poca toxicidad, uso combinado y son factibles de aplicar. También mencionó los programas de prevención y educación para “reducir los factores de riesgo”.

Sobre la vacuna terapéutica explicó que los científicos locales “estamos muy entusiasmados con las investigaciones, así como con los resultados observados, pues se ha evidenciado que parece ser una buena opción para los pacientes con cáncer”.

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