Científicos de la Universidad de Sydney resolvieron, después de cuatro décadas de investigaciones, un misterio crucial en la hipertensión, un alto factor de riesgo de ataques cardíacos e ictus que afecta a un cuarto de los adultos del mundo occidental.
Los investigadores, encabezados por el profesor de Ciencias Moleculares Brian Morris, uno de los principales genetistas de Australia, descubrieron el papel de la enzima -llamada renina- que desencadena ese trastorno.
Participó en la investigación también la brasileña Francine Marques, que estuvo a cargo del trabajo de laboratorio bajo la supervisión de Morris y calificó el avance como “un gran quiebre” en los estudios sobre hipertensión.
Así fue identificada la acción de dos micro-ARN -un material genético hasta ahora desconocido- que tiene un efecto de desestabilización en la producción de renina.
La investigación, publicada en la revista Hypertension de la American Heart Association, muestra que en los riñones hipertensos el gen de la renina es seis veces más activo, mientras los micro-ARN lo son seis veces menos.
Si bien ya se sabía que la renina tiene un papel significativo en la presión alta, hasta ahora no estaba claro cómo se producía el fenómeno.
“Esta es la clave. Los dos micro-ARN son mucho menores en la gente hipertensa. Así que si se los pierde la renina sube, aumentando también la presión”, dijo Morris al diario australiano Sydney Morning Herald.
“Se trata de un concepto totalmente nuevo, nadie antes había encontrado algo así respecto de la renina”, precisó.
La investigación es la primera en su tipo en usar riñones humanos, donados por 42 pacientes enfermos de cáncer a quienes se le habían extraído por razones médicas.