Coca Cola y Pepsi, las dos empresas líderes en refrescos, lanzaron conjuntamente una campaña contra la obesidad, por lo que decidieron modificar sus expendedoras automáticas y permitir a los consumidores conocer el número de calorías contenidas en las latas que están por comprar. A esta iniciativa se sumaron también las instituciones públicas.
Con el programa “Calories Count” , ideado por la American Beverage Association, que arrancará en los edificios públicos de Chicago y San Antonio a comienzos de 2013, las dos ciudades se disputarán el primer lugar donde se verifican los mayores progresos contra la obesidad.
La ganadora recibirá 5 millones de dólares de las asociaciones, mientras que los empleados de la comuna podrán obtener miles de dólares si demuestran haber obtenido el mejoramiento más consistente para su propia salud.
Después del anuncio del “desafío del bienestar” entre el gobierno y empleados de Chicago y San Antonio, el objetivo es difundir el programa en toda la Nación.
“Creemos que las asociaciones de este tipo, que cuentan con la colaboración del gobierno, industria y sociedades civiles, pueden tener un impacto importante contra la obesidad” , dijo Steven Cahilane, administrador delegado de la división de Coca Cola responsable de las expendedoras automáticas.
En Chicago, las empresas productoras de bebidas están trabajando con Canteen Vending Services, responsable de controlar a las expendedoras en los edificios públicos de la ciudad.
Mientras que en San Antonio, las máquinas son propiedad de Coca Cola