El rostro del arrecife amazónico

Imágen del arrecife encontrado en aguas brasileñas, por dos investigadores que decidieron ser los primeros en sumergirse y encontrar un colorido hábitat en aguas profundas

Imágen del arrecife encontrado en aguas brasileñas, por dos investigadores que decidieron ser los primeros en sumergirse y encontrar un colorido hábitat en aguas profundas

Imágen del arrecife encontrado en aguas brasileñas, por dos investigadores que decidieron ser los primeros en sumergirse y encontrar un colorido hábitat en aguas profundas. Foto: Cortesía Greenpeace

De otro mundo es la descripción que hace Ronaldo Francini Filho, profesor de la Universidad Federal de Paraiba, de los corales que recientemente se descubrió en las pro­fundidades del Amazonas.

La curiosidad fue el principal empujón para que dos científicos (Ronaldo Francini Filho y John Hocevar), de la organización Greenpeace, se sumergieran a 100 kilómetros de las costas brasileñas.

La primera entrada la realizaron el viernes 27 de enero del 2017 y se sorprendieron al encontrar un lugar diferente, de mucha diversidad. “No deja de sorprender cómo puede albergar vida en forma de corales a pesar de las condiciones inhóspitas de la zona para su desarrollo”, comentó el investigador Filho.

Por casi cuatro horas fueron sumergidos, a 220 metros de profundidad. Lo que encontraron fueron esponjas, corales y los rodolitos (algas calcáreas) formando el esqueleto de ese arrecife y exponiéndose ante las cámaras con los colores y formas. Un ecosistema diverso y lleno de vida que no todos conocen a profundidad.

En los primeros minutos, el submarino atravesó una zona de arena que les quitaba visibilidad. En el barco, el capitán y la tripulación indicaban las coordenadas para que el submarino pueda llegar hasta el coral. En el recorrido aparecieron poco a poco las esponjas y los rodolitos, hasta que el submarino se detuvo con el objetivo de buscar una gran pared de carbonato cálcico.

El tamaño de la estructura era impactante. El submarino tuvo que ascender hasta los 180 metros para visualizar el ecosistema desde su cima. Peces como atunes y pargos nadaban por el arrecife, que se convirtió en un refugio como zona de reproducción. Incluso este lugar podría sorprender con alguna nueva especie.

El arrecife solo se ha investigado desde la superficie y se han tomado muestras de ejemplares con redes. En esta expedición, los investigadores los observaron bajo el agua, por primera vez. Uno de los objetivos será entender mejor este mundo, que poco a poco se encuentra amenazado.

Los investigadores se sumergirán nuevamente para seguir indagando en las profundidades de las aguas del Amazonas.

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