La decisión de ampliar nueve meses la misión la tomó el comité de programas científicos de la ESA. Foto: ESA
La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció este 23 de junio la prolongación hasta septiembre de 2016 de la misión de su sonda Rosetta que en principio debía terminar en diciembre de este 2015.
La decisión de ampliar nueve meses más la misión la tomó el comité de programas científicos de la ESA, y probablemente terminará con su aterrizaje en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, en que está el robot Philae, que había permanecido allí en hibernación desde noviembre de 2014 y hasta mediados de junio cuando dio señales de nueva actividad.
En un comunicado, la ESA explicó que la conclusión del viaje de Rosetta se producirá conforme se aleje del Sol, ya que dejará de recibir la energía necesaria para que funcionen de forma eficiente sus instrumentos científicos.
Antes de eso, la sonda observará cómo el cometa se acerca al Sol, hasta llegar al momento de máxima proximidad el próximo 13 de agosto. La continuación de su estudio durante el año que seguirá a ese momento permitirá a los científicos tener un conocimiento de la actividad del astro en las diferentes fases de su órbita.
Igualmente se espera una oportunidad para una identificación visual de Philae a una distancia menor de la que se ha conseguido hasta ahora (a 10 kilómetros, en lugar de a 20).
Los equipos que supervisan Rosetta aprovecharán el tiempo suplementario del que dispondrán para llevar a cabo nuevas investigaciones, algunas potencialmente peligrosas para la sonda.
Eso incluye vuelos en la cara nocturna del cometa para observar el plasma, el polvo, el gas y las diversas interacciones, así como para recuperar muestras del polvo expulsado del núcleo.
El científico del proyecto Rosetta, Matt Taylor, consideró que la ampliación de la misión es “una noticia fantástica para la ciencia” porque se podrá supervisar “el declive en la actividad del cometa conforme nos alejamos de nuevo del Sol y tendremos la oportunidad de volar más cerca del cometa para recopilar más datos únicos”.
Para Taylor, mediante la comparación de los datos anteriores y los posteriores, “tendremos un mejor conocimiento de cómo evolucionan los cometas durante su vida”.