Retrovador recrea una Navidad regional montuvia

Ensayo de la compañía de bailes escénicos, montuvios y porteños Retrovador, con un show de tradiciones navideñas. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

Ensayo de la compañía de bailes escénicos, montuvios y porteños Retrovador, con un show de tradiciones navideñas. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

Ensayo de la compañía de bailes escénicos, montuvios y porteños Retrovador, con un show de tradiciones navideñas. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

La compañía de bailes escénicos, montuvios y porteños Retrovador prepara el montaje de un chigualo con la recreación de un pesebre humano y villancicos manabitas. Esta tradición es la de mayor riqueza en Navidad, pero el ballet regional folclórico, con sede en Guayaquil, rescata ejes montuvios de Los Ríos y El Oro.

En la velada del 19 de diciembre (19:00), en la Casona Universitaria, la compañía llegará hasta lo guayaquileño con polkas porteñas como La puerca raspada y Saca tu pie, además de rocola con música de Alci Acosta y Aladino.

“El chigualo manabita es una fiesta general. Es una fiesta popular que alude a lo divino y lo humano, a todo ese mundo del folclor montuvio”, indicó Wilman Ordóñez, director de Retrovador.

‘Chigualear’ es contar, cantar y jugar en un espacio de integración espiritual con picardía y el doble sentido, según el investigador. La Navidad intercultural incluirá los bailes de El Jurón (El Oro) y Er Tábano y Golpe de Tierra (Los Ríos). “El Jurón es un espacio físico de la geografía natural del pueblo montuvio, donde se depositan enseres. Cuando está desocupado es también un espacio social”, indicó Ordóñez.

Las danzas de El Oro son espirituales en Navidad. Se ejecutan con pañolón y con sombrero, como un ritual de ofrendas para el Niño Dios. En Los Ríos hay una fiesta pública conocida como ‘fandango’, donde hay bailes de lámpara como El Tábano. “El montuvio es un hombre de pensamiento mítico-mágico, muy animista. Celebra el fandango en Navidad para espantar las cosas que ocurrieron en el año”, dijo el director. 

Andrea Mayorga, bailarina de 27 años, recita el inicio de uno de los chigualos que se baila con la quema aromática del palo santo: “Ramita de palo santo, rama de palo amarillo, con quien me he de casar, si no ha de ser contigo”.

“Es una gran satisfacción poner en escena esa cultura que va quedando relegada y visibilizar el folclor de la Costa, incluso a nivel internacional”, dice Mayorga, que baila en Retrovador desde los 6 años y ha viajado a China, México, Colombia, Perú, Venezuela y Brasil.

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