La Reina de Quito, Sarah Garcés, no le teme a los ‘cucos’

Diablos de distintos lugares del país recorrieron hoy, 19 de enero de 2017, las calles del centro de Quito acompañados por la reina de Quito Sarah Garcés. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Diablos de distintos lugares del país recorrieron hoy, 19 de enero de 2017, las calles del centro de Quito acompañados por la reina de Quito Sarah Garcés. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Diablos de distintos lugares del país recorrieron hoy, 19 de enero de 2017, las calles del centro de Quito acompañados por la reina de Quito Sarah Garcés. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Sarah Garcés, actual Reina de Quito, no le tiene miedo al diablo. Lo confirmó, hoy 19 de de enero del 2017, mientras encabezaba un desfile, en el Centro Histórico, en el que se reunieron 230 diablos de diferentes partes del país. “La verdad no le tengo miedo al diablo”, dijo.

La Reina de Quito agregó que este evento, organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), es importante porque ayuda al rescata de las tradiciones de la cultura ecuatoriana y permite a que las personas de la ciudad conozcan sobre estos personajes.

Cerca de las 10:00, los diablos de Píllaro, de Hojalata, de Riobamba, de Alangasí, los diablos Aya Huma, de Ibarra, los Mojigos, de Juján y los diablos de Cantuña y los cucos de Quito se reunieron en la plaza de Santo Domingo para iniciar un recorrido por varias plazas del Centro Histórico.

Los diablos de Riobamba durante su presentación en el Centro Histórico de Quito. Foto: Galo Pagual/ EL COMERCIO.

Una de las primeras diabladas en llegar, a la Plaza de Santo Domingo, fue la de Alangasí. Diablos con máscaras gigantes de rostros grotescos y llenas de cachos. Para este grupo, que tiene sus antecedentes en la Colonia, lo importante en sus presentaciones es mostrar a la gente problemas sociales como la pornografía, la drogadicción o la corrupción.

Una de las diabladas que más llamó la atención fue la de Hojalata, de Riobamba. Ataviados con un traje azul y rojo y caretas elaboradas con latas, los integrantes de esta agrupación, danzaron al compás de canciones populares. La ceremonia principal de estos diablos es el Pase del Niño Rey que se realiza el 6 de enero, en Riobamba.

Cerca del mediodía la diablada de Píllaro, que existe hace más de 150 años, danzaba al son de la Banda Municipal. Los niños de las escuelas del sector los veían con asombro. Unos abrían sus pequeños ojos y otros se cogían las manos para taparse la cara. Las máscaras que utilizan estos diablos están llenas de cachos y de colmillos gigantes.

La diablada de Píllaro, que existe desde hace más de 150 años, se presentó cerca del mediodía de este 19 de enero de 2017. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Para estos danzantes el diablo es un personaje que les ayuda a despojarse de las presiones cotidianas. Su atuendo se complementa con una blusa de mujer, pantalón corto y un fuete. A su paso por las calles del Centro Histórico los diablos lanzaron varios latigazos al aire para asustar al público, quienes les respondían con sonrisas y carcajadas.

A las 19:00 los diablos se tomarán al Plaza Foch y realizarán un performance en el que entregarán la luz de forma simbólica a través de antorchas a los asistentes. Esta diablada urbana concluirá mañana. A las 10:00, en el Teatro Nacional de la CCE, los diablos pondrán en escena sus manifestaciones artísticas a través de coreografías.

Suplementos digitales