La banda de guerra del Colegio Montúfar dio la bienvenida a los 168 abanderados. Ellos recibieron un reconocimiento a su esfuerzo académico, la tarde del martes.
La Mención de Honor Abdón Calderón se entregó este año en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura de Quito. Cada año, el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito otorga el diploma a los mejores alumnos de los colegios de la capital.
Los estudiantes ingresaron luciendo la banda tricolor. Mientras que amigos y familiares aplaudían desde las butacas.
Después del Himno Nacional, cada abanderado fue llamado y galardonado. Nombres como Lourdes Hidalgo (colegio Nicolás Jiménez), Christian Coronel (Cervantes), Érika Bastinas (Juan Montalvo), Diana Guevara (Quito), etc., se escucharon.
Vanessa Valdivieso, del Colegio La Providencia, esperó su turno. Es un orgullo, dijo, portar la Bandera Nacional. “El aplauso de las personas me llena para seguir adelante. El hecho de ser abanderada no significa estar solo encerrada estudiando. Yo alterno los estudios con los deportes”, refirió la joven.
Estefany Heredia, del Colegio Fernández Madrid, sostenía el diploma que le entregaron mientras los fotógrafos aprovechaban para capturar el momento. “Ser abanderada es una gran responsabilidad. Pero además de eso, somos jóvenes como cualquier otro”. Para conseguir el título, refirió, basta con quitar una fiesta de su agenda.
El alcalde de Quito, Augusto Barrera, el vicealcalde Ernesto Albán y los concejales Pablo Ponce, María Sol Corral, Norman Wray, entre otros, entregaron la mención a los jóvenes.
Los abanderados -los chicos con corbata y las chicas con zapatos de taco- también estuvieron a la expectativa por otra causa. Cuando ingresaron en el teatro les pidieron que elijan un número para el sorteo de premios.
Cada uno recibió algún obsequio donado por empresas. Algunos se sorprendieron al salir beneficiados con ordenadores portátiles, viajes a Cuenca y a Galápagos, teléfonos celulares y cheques por USD 150.