Ayer, la Pontificia Universidad Católica publicó un comunicado en varios medios de comunicación, , en el cual se señala que la institución autorizó la venta de 776 sapos de la especie Ceratophrys stolzmanni. Estos anfibios son criados y manejados en el laboratorio de la PUCE.
Según la universidad, la venta se efectuó a la empresa Wikiri, “sin conocer quiénes eran sus accionistas”. Wikiri comercializa, de forma legal, la especie Ceratophrys stolzmanni para financiar el programa de conservación Balsa de los Sapos.
En el comunicado, firmado por Laura Arcos, decana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, y Pablo Iturralde, rector encargado, se señala que Wikiri compra los sapos a precio de costo y luego los revende a terceros a precios ‘sensiblemente superiores’. Diego Almeida, PhD en Biología, quien integró el grupo de conservación Balsa de los Sapos, señala que mientras más alto sea el precio de venta en el exterior mejor sería la ganancia para este proyecto de la PUCE.
Recalca que el 90% de los ingresos obtenidos por la venta es para financiar este programa de conservación y el 10% para los niños pobres de comunidades sapodiversas.
“El precio de venta de los sapos de la PUCE a Wikiri lo aprobó la doctora Arcos y otras autoridades administrativas de la PUCE”. Almeida precisa que en la página electrónica de Wikiri se pueden leer los porcentajes asignados para la conservación de la Balsa de los Sapos. El sitio web es https://www.wikiri.com.ec/.
Luis Coloma, PhD en Biología y acusado por las autoridades de la PUCE, cree que la Universidad está involucrada en una persecución, a alguien (Coloma), que “se entregó tanto a construir la ciencia y la investigación de la biodiversidad en el Ecuador y quien siempre defendió los intereses de la PUCE”.
Los académicos Laura Arcos y Pablo Recalde sostienen que “los proyectos relativos a la conservación de anfibios y reptiles del Ecuador seguirán siendo alta prioridad para la universidad, que tiene investigadores altamente capacitados”.