Las ‘bionovelas’ sobre música llegan desde Colombia
y sustituyen a las producciones con historias de narcotráfico. Foto: CARACOL TV Y Rcn.
La música, los deportes, la violencia y el sexo son temas que apelan a las sensaciones y a ciertas necesidades de la población”, dice Frantz Jaramillo, antropólogo visual y docente de la Universidad Católica, para explicar la nueva ola colombiana de telenovelas biográficas de íconos musicales.
Si hasta hace un par de años la producción televisiva de ese país estaba enfocada en la creación de ‘narconovelas’ y ‘narcopelículas’, ahora la tendencia es otra. Después de saturar la oferta de la pantalla chica con historias que acentúan el estereotipo de Colombia como un país violento, los productores y la teleaudiencia le dan el voto a biografías de personajes de los que se sienten orgullosos.
Los guionistas están apuntando a historias de íconos que ya están construidos. En este terreno “no hay por donde fracasar”, asegura César Carmigniani, productor audiovisual. Explica que el sentimiento provocado en la audiencia al revivir a los héroes populares asegura el éxito del producto.
Una de las primeras telenovelas musicales latinoamericanas fue ‘Escalona’. Realizada a inicios de los 90, esta producción exploraba el género de la ‘biopic’ de la mano de Carlos Vives como protagonista. Ocho años después (1998), Carmigniani se lanzó a realizar la vida de uno de los ídolos más grandes de Latinoamérica en los años 60.
‘J.J., Ruiseñor de América’ fue una miniserie protagonizada por Julio Jaramillo Arroyo, hijo del cantante, que tuvo un gran éxito a través de la señal de Teleamazonas. En el 2012, se realizó una reedición, ‘Míster Juramento’, también dirigida por Carmigniani.
El también director de ‘Ángel de piedra’ explica que realizar una telenovela de este tipo tiene lineamientos similares a los del género de ficción, pero hay ciertos factores en los que hay que trabajar para que la audiencia crea en la historia.
Uno de los mayores desafíos es encontrar un actor que reúna las características físicas y artísticas de la persona a quien representará. Si bien se recurre al doblaje en la parte musical, en la capacidad actoral recae la representación del papel.
La búsqueda y recreación de locaciones también es un desafío. En el caso de ‘Niche, lo que diga el corazón’ (TC Televisión) se está grabando en Santa Marta, Bogotá, Barranquila…
Pero la clave del éxito de este género no solo está en contar cronológicamente la historia de un personaje. Jaramillo manifiesta que el guión debe contar con conflictos, “que no necesariamente han pasado, pero que hacen más ‘televisable’ una biografía”.
En ‘La Ronca de Oro’ (Ecuavisa), por ejemplo, el drama y los problemas por los que tiene que atravesar Helena Vargas son agudizados, con el fin de crear interés. Que el personaje sea reconocido y el factor drama, ayudan a que el producto sea aceptado en países como Ecuador.
‘Rafael Orozco, el ídolo’, ‘El Joe’ y ‘Diomedes, el cacique de la junta’ son otras producciones que se enmarcan en este género. En febrero se iniciará la grabación de la biopic de Celia Cruz. La cantante cubana Aymée Nuviola se encargará de encarnar a ‘La Guarachera’, para la cadena Fox Telecolombia.
“Más que una nueva tendencia, es el resultado de la exploración de mercados y contenidos”, explica Jaramillo. Asegura que las historias son las mismas, pero lo que cambia es el personaje. El éxito radica en que a través de héroes populares se genera identificación con el público.