Proyecto busca reducir impacto de las inundaciones en subcuenca del río Daule

Incrementar la resiliencia -o la capacidad de mitigar las amenazas- en las poblaciones rurales de la en la subcuenca del río Daule, vulnerables a las inundaciones.

Con ese objetivo nació el proyecto InunDaule, una iniciativa planteada por la ONG Agrónomos y Veterinarios sin Fronteras (AVSF), que cuenta con el respaldo de la Agencia de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO) y a la Fundación Alstom.

La idea surgió en el 2015 y se desarrolló durante 18 meses. El 22 de febrero del 2017, instituciones públicas y privadas se reunieron en Guayaquil para un seminario de cierre, en el que analizaron los avances y las tareas a futuro dentro de esta propuesta.

Los cantones que conforman la zona de estudio son Balzar, Colimes, Santa Lucía, Palestina, Daule y Nobol, en Guayas. Cada uno registra puntos críticos de inundaciones, basados en mapas de vulnerabilidad esbozados por la Secretaría de Gestión de Riesgo.

Para Sylvain Bleuze, coordinador de la ONG Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras en Ecuador, las inundaciones no son solo un fenómeno natural, sino también humano. La deforestación, las malas prácticas agropecuarias, el tipo y ubicación de la infraestructura y la modificación de los cauces aumentan el riesgo.

“La vulnerabilidad de la subcuenca se concentra, principalmente, en el sector rural y afecta, en particular, a los pequeños productores de arroz, para quienes el trabajo es escaso, caen en el endeudamiento, sufren aislamiento y se exponen a enfermedades”, explicó Bleuze.

Los gestores de InunDaule detectaron algunas prácticas y estrategias para afrontar las inundaciones, desarrolladas por los pobladores de la zona.

Así, entre municipios, agricultores, la Prefectura del Guayas, el Centro del Agua y Desarrollo Sostenible de la Politécnica del Litoral, Gestión de Riesgos, el Inamhi, Senagua, entre otras entidades, lograron aumentar la resiliencia de los sistemas de producción campesinos, por ejemplo, con el cultivo de arroz orgánico.

El proyecto tiene tres componentes: concertación, prácticas y estrategias resilientes, y producción agroecológica. “El primero consiste en el acompañamiento del diálogo interinstitucional; es decir, que entidades públicas y locales se sienten a discutir qué hacer para disminuir este riesgo y buscar estrategias tanto de amenaza como de vulnerabilidad”, detalló Geovanna Pila, técnica del proyecto.

Además agregó que el segundo componente pretende trabajar directamente con la gente del territorio y definir estrategias para que sepan qué hacer, cómo enfrentar una inundación, cómo adaptarse, cuánto resistir y cómo recuperarse.

Este último punto se enfoca en la agricultura orgánica, tema en el que fueron capacitadas 250 familias para la elaboración de sus propios insumos orgánicos, como menos gastos de producción y mayores ingresos.

El seminario, que se realizó en el campus Las Peñas de la Espol en Guayaquil, contó con la participación de instituciones públicas, como la Secretaría Nacional del Agua.

El subsecretario nacional de riego y drenaje, David Ortiz, explicó que realizarán mesas técnicas de trabajo para el control de amenazas.

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