El colectivo de Activistas por la Defensa y Liberación Animal promovió el plantón. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO.
Un grupo de unos 50 activistas veganos y animalistas ingresaron al local de la cadena de comida rápida Mc Donald’s , ubicado en la av. Patria y Seis de Diciembre, centro norte de Quito.
Los jóvenes portaban carteles y pancartas en contra de la multinacional. También llevan plátanos, mandarinas y hamburguesas veganas. Los veganos no consumen ni leche ni huevos, nada de origen animal.
“Mc Donald’s explotador, !fuera del Ecuador!”, gritaron en el interior, mientras decenas de clientes disfrutaban de sus menús.
El personal del establecimiento intentó sacar al grupo, pero solo después de 15 minutos lograron que les hicieran caso, luego de expresar su posición: “política-ética de la no explotación”.
Un equipo de la Policía Nacional llegó al lugar para retirar a los activistas del establecimiento de esta cadena. Los comensales expresaron diferentes posturas. Unos apoyaban el plantón y a otros no parecía interesarles el mensaje.
Los jóvenes portaban carteles y pancartas en contra de la multinacional. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Hoy se conmemora el Día mundial en contra de Mc Donald’s. “Hoy estamos congregados para apelar a su consciencia. Queremos denunciar que el consumo de carne está asociadada a la diabetes y sobrepeso. Mc Donald’s. vende muerte”, decían los jóvenes.
La convocatoria a este plantón fue realizada a través de redes sociales por Activistas por la Defensa y la Liberación Animal (ADLA). El llamado fue hecho para “manifestar nuestro repudio y rechazo hacia todas las multinacionales de comida basura, principales causantes de la tortura y asesinato innecesario de millones de animales no humanos, explotación laboral, fuertes daños a la Madre Tierra, y perjuicios a la salud de los consumidores”.
Este 16 de octubre es el Día Mundial de la Alimentación. Además, para muchos es también el Día del Boicot Mundial contra McDonald’s, promovido por grupos ecologistas desde los años ochenta.
El llamado fue hecho para expresar el “repudio y rechazo hacia todas las multinacionales de comida basura”. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO.