La anulación del sorteo electrónico de cupos para octavo de básica radicalizó la protesta. Ayer, varios padres de familia durmieron en las afueras de los colegios Montúfar, Mejía, Manuela Cañizares y María Angélica Idrobo, en Quito.
Unos reclamaron porque se respete la lista de los beneficiados en el sorteo del 16 de julio. Otros, en cambio, se ubicaron para asegurar un cupo en el nuevo proceso de inscripción que empieza hoy.Cerca de 200 personas se ubicaron en el piso de un pasillo del Colegio Manuela Cañizares. Con cobijas, guantes y gorros de lana, continuaron su protesta. Wilman García, padre de una estudiante, tomó el liderazgo del grupo. Dijo que no permitirá que se inicien otras inscripciones.
Afuera, unas 150 personas hacían fila en la vereda para cumplir con el cronograma establecido por el Ministerio de Educación. Leonardo Erazo, quien reservaba un lugar para su hermana consiguió cartón de desecho para que las personas se abriguen.
La situación en el Colegio Mejía era similar. Unas 100 personas, entre las que estaban papá, mamá e hijos, llevaron cobijas y colchones para dormir en el lugar.
Janeth Arias, otra madre, permaneció en esa institución todo el día. “No hemos comido, estamos protestando porque no es justo que jueguen con los sentimientos de nuestros hijos”, dijo con voz ronca, a las 20:30.
fakeFCKRemoveEl lunes, pasado, la ministra de Educación, Gloria Vidal, había anulado el sorteo electrónico de cupos en los colegios con más de 1 200 alumnos. La disposición se tomó por la supuesta alteración del registro de sorteados, el 16 de julio pasado. Así, los niños beneficiados en ese sorteo deberán someterse a un nuevo proceso de inscripción.
Arias señaló que eso margina a los niños, pues quienes tienen calificaciones bajas serán los últimos en inscribirse, según el cronograma que estableció el Ministerio de Educación. “El país no está hecho solo de abanderados y escoltas”, destacó.
Algunos padres y sus hijos pudieron comer porque sus familiares les llevaron alimentos, otros no.
Patricia Cueva protestaba junto a su hijo David, quien fue abanderado. “Estamos enfrentándonos con otros padres de familia. Esto es un despelote”, denunció. La madre de familia dijo que ya compró el uniforme en la Plaza Arenas y que no lo puede devolver.
Asimismo, en el Colegio Montúfar hubo protesta desde temprano. A las 07:00, los manifestantes bloquearon la av. Napo, con pancartas con leyendas como “No nos quiten nuestros cupos, tampoco nuestros derechos”, “No somos burla de la Ministra”, “No a la marginación de nuestros hijos”.
Débora Arellano, madre de un estudiante, criticó la disposición de la Ministra de Educación y dijo que “en lugar de solucionar aumentaron el problema, ahora resulta que nadie tiene cupo”.
Los padres que ya tenían una plaza en el Montúfar, según la lista anulada, acudieron el miércoles pasado a este plantel. Marcia de Naranjo, otra manifestante, dijo que les dieron la bienvenida, el jueves les hicieron los exámenes médicos. El lunes pasado, debía empezar el curso de nivelación que costó USD 36.
“Los niños se sienten mal psicológicamente. No tenemos vacaciones ni tranquilidad”, dijo.
La rectora de esta institución Fanny Rodríguez dijo que acatará las órdenes del Ministerio. En cuanto a los abanderados, anotó, ingresarán todos los que deseen estar en ese plantel. El colegio dispone de 400 cupos para octavo.