Viene en gotas, espray e incluso en caramelos y pastillas. Tiene una veintena de propiedades curativas. La más importante: el alivio que proporciona a personas con enfermedades respiratorias.
El propóleo es una mezcla resinosa. Proviene del brote de los árboles o savia de algunas plantas y de la saliva de las abejas que lo recogen. Estos insectos lo usan para sellar y reforzar la estructura de las colmenas.Los apicultores extraen la masa resinosa raspando las celdillas de los panales. El color normal de esta es marrón oscuro, explica Pedro Soria, administrador de la Asociación Apícola Cacha. Y se compone de 50% de resina, 30% de cera, 10% de aceites etéreos y 10% de polen.
Una vez extraído del panal, pasa por un proceso químico que incluye el empleo de alcohol etílico y que toma al menos cinco días. Luego, el producto es apto para el consumo humano.
¿Cuáles son los beneficios? El médico naturista Julio Villarroel explica que el propóleo se utiliza en especial en los procesos de infección de las vías respiratorias, como amigdalitis, faringitis y sinusitis. Además, asegura que actúa como un antibiótico por las propiedades antibacteriales que posee. “Estimula el sistema inmunológico, es decir, mejora las defensas del organismo y elimina los virus”.
Otra cualidad es la prevención de problemas cancerígenos, señala José Guevara, médico naturista. Este enumera tres funciones medicinales más: es antiviral y cicatrizante y se aplica en el tratamiento de tumores. Por estas propiedades, se recomienda su empleo en la curación de heridas en la piel.
El propóleo tiene otros beneficios: es una suerte de anestésico y su efecto como tal tiene una duración de 12 minutos, complementa Guevara. El médico indica que la inhalación y la vaporización con este producto permiten paliar los efectos de las afecciones pulmonares.
La sustancia, igualmente, funciona como un antiinflamatorio, por lo cual se la receta en casos de úlceras gástricas. Estudios afirman que es de gran ayuda para combatir la helicobacter pylori, responsable de este mal.
¿Quiénes pueden consumirlo? Villarroel recomienda su uso a niños y a adultos. Las dosis son diferentes. (Ver infografía). Y aconseja tomarlo en agua o en jugos, de preferencia de frutas cítricas. “La vitamina C refuerza el efecto de este producto”, dice.
Pero Guevara advierte que su consumo no debe ser directo ni en grandes cantidades.