Franco De Vita se presentó en Quito este sábado 13 de mayo del 2017. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Un concierto cargado de romanticismo y de un profundo dolor por lo que sucede en Venezuela presentó el cantautor Franco de Vita esta noche -13 de mayo- en el coliseo Rumiñahui ante la presencia de alrededor de 8 000 personas.
El artista, con más de tres décadas de trayectoria, arrancó con el show a las 20:40 en medio de los aplausos de sus seguidores de toda la vida. Saludó al público y continuó con la frase “la libertad no se compra. Es un derecho que nadie nos quitará, sobre todo, en Venezuela”.
Los aplausos continuaron y enseguida llegó el tema Libre, nombre de su nuevo álbum y de la gira con la que ya visitó Guayaquil y con la que también estará en Cuenca.
Terminó, respiró y repitió: “libre. Es un derecho del ser humano y nadie nos puede quitar”.
El público volvió a aplaudir y De Vita continuó con los temas Tú de que vas, Louis, Fuera de este mundo, Si la ves. Este último lo interpretó junto con el ecuatoriano Daniel Betancourt.
Al finalizar el tema ambos artistas se abrazaron. Betancourt agradeció a De Vita por la invitación y a Quito por el apoyo. A sus fans mujeres les dedicó el tema Seductora e inmediatamente abandonó el escenario.
De Vita retomó el protagonismo e interpretó dos temas de corrido. El tercero, Cálido y frío, lo entonó con el colombiano Santiago Cruz, su segundo invitado.
Cruz también agradeció por la invitación y a continuación interpretó Contar hasta 3 (o hasta 10). Dijo que estaba inspirada en las mujeres latinoamericanas, pero que en esta ocasión se la dedicaba a todas las mujeres venezolanas. “Quisiera que nada te rasgue la piel. Quisiera que el mundo no fuera tan cruel. Quisiera evitar que en las noches te duermas llorando”.
El cantante colombiano finalmente se despidió y De Vita tomó el micrófono para nuevamente expresar su preocupación por la violencia que sacude a su país, liderado por Nicolás Maduro.
“No puedo dejarles de transmitir mi preocupación por lo que sucede en Venezuela. No hay medicinas. La gente se está muriendo. Venezuela está en un grave problema. Si no seguimos -en las calles- el gobierno dictador se va a quedar. Tengo que agradecer a esos muchachos que han dado su vida por Venezuela”. Y a continuación se proyectaron dos láminas de color negro con los nombres de las personas -38- que perdieron su vida mientras participaban de las innumerables marchas que se realizan en Venezuela desde inicios de abril en contra del gobierno. Exigen medicina, comida, seguridad, libertad de presos políticos, respeto por los derechos humanos… El público capitalino respondió con un “fuera Maduro, fuera”.
De Vita lució triste en esa intervención y su dolor por Venezuela se sintió durante todo el concierto. Aunque cantó con la fuerza que lo caracteriza se movió muy poco sobre el escenario.
Después de 120 minutos de concierto y de un popurrí, compuesto por sus temas más emblemáticos, se despidió del público quiteño, el primero, según él, en escuchar sus temas cuando estaba empezando en el mundo de la música. “Gracias Quito“, dijo el artista, al tiempo que uno de músicos exhibió un cartel con la frase: “no más dictadura en Venezuela”.